De nuevo, Toldo

Por Andreu Romero2 min

El Valencia hincó una vez más la rodilla ante el Ínter. De nuevo, fue el guardameta Toldo el artífice de la eliminación ché. Los valencianos encontraron en el italiano un auténtico muro infranqueable. También en el equipo dirigido por Cúper, quien fue fiel a su estilo y colocó el autobús, dispuesto a aguantar el chaparrón como fuese. Y así sucedió: los milaneses se encontraron con el gol de Vieri y luego soportaron el dominio local sin ofrecer ninguna alternativa, aparte de las paradas de Toldo. El tempranero gol de Vieri encontró respuesta en una genialidad de Aimar. Corría el minuto siete, y la afición recuperó el aliento tras el varapalo inicial. Abierto el cerrojo, los de Benítez se lanzaron a muerte sobre su rival y ofrecieron un recital de juego ofensivo, disparos, paredes... y también de falta de puntería. Cuando no tiraban fuera, se encontraban con el portero visitante. Toldo lo paraba todo, desquiciaba a Mestalla y dirigía a sus jugadores en defensa. Excepto Ayala y Cañizares, todos los jugadores del Valencia dispararon a puerta. Pero era imposible, Toldo no se rendía. Incluso, al final de la primera mitad, fue capaz de detener tres disparos a bocajarro, consecutivos, dentro del área. Mientras, Cúper suspiraba en el banquillo: su plan se iba cumpliendo a la perfección, no había que jugar al fútbol, sólo había que mantener el marcador. El fútbol lo ponían los chicos de blanco y negro, pero sin fortuna. En el inicio de la segunda mitad todo pareció cambiar. Baraja acertó a rematar un saque de esquina, y la euforia contagió a todos. Quedaba un mundo por delante y un solo gol para clasificarse. La convicción en la victoria era evidente, pues los nerazzurri estaban vendidos, toda vez que su juego consistía únicamente en pegar pelotazos. Pero Toldo siguió parando, y poco a poco los españoles fueron encontrando más difícil llegar a portería debido al lógico bajón físico. Aun así, Sánchez tuvo el tercer gol en sus botas, pero no; aunque si el colegiado hubiera pitado un claro penalti al de Aldaya... probablemente hubiese cambiado el panorama. Pero el que pasó volvió a ser el Ínter.