El Valencia no gana sin Villa

Por Fernando Cruz3 min

Tras la derrota del Valencia en la Copa de la UEFA, el conjunto de Unai Emery debía salir a por la victoria para superar el pequeño bache que estaba atravesando, ya que llevaba prácticamente un mes sin conocer la victoria. Sólo bastaron seis minutos desde el pitido inicial del árbitro para que Jonathan Sesma adelantase al Valladolid. Las cosas comenzaban mal para el conjunto valenciano, que había salido a morder. El gol provocó que la exigente afición valenciana pitase a los suyos y motivó a los visitantes, que a punto estuvieron de marcar el segundo cinco minutos más tarde. El protagonista volvió a ser Sesma, pero su remate lo desvió Carlos Marchena en el último momento. Los pitos sonaban cada vez con más intensidad, pero rápido cambiaron por aplausos cuando David Silva casi marca gracias a un pase magistral de Fernando Morientes. Poco a poco el partido fue nivelandose y el Valladolid se fue relajando, hasta tal punto que la defensa dejó sola a Morientes y éste en un mano a mano estuvo a punto de resolver ante Justo Villar, pero el balón se estrelló en el cuerpo del guardameta. Parecía que los de José Luís Mendilibar habían bajado la guardia, pero cuando menos lo esperaba el Valencia, Henok Goitom envió un testarazo a la portería de César Sánchez y éste tuvo que emplearse a fondo para despejar el esférico. Goitom permaneció muy enchufado a lo largo del encuentro y sus compañeros le buscaron en todas las jugadas para que las materializara. En una de esas, el delantero vallisoletano recibió el balón pero, cuando intentaba rematar, Raúl Albiol se anticipó a despejar la bola con la mala fortuna de que el despeje fue directo a la porteria y César no pudo hacer nada para evitarlo. A pesar del segundo gol, los valencianos no bajaron los brazos y lo siguieron intentando, pero la defensa consiguió salvar las pocas ocasiones de los delanteros, la más clara una del Moro. Emery dio instrucciones claras a sus jugadores en el descanso y la segunda mitad la comenzaron con otro ritmo. En la primera jugada casi marca Silva, pero Luis Prieto sacó el balón prácticamente debajo de los palos. Instantes más tarde, el delantero Goitom salvó otro gol que se disponía a cantar la afición de Mestalla, pero el jugador volvió a sacar el cuero en la línea, para alivio de los suyos. Los visitantes habían comenzado muy apurados y estaban contra las cuerdas, pero los murciélagos no transformaban sus clarísimas ocasiones. El Valencia dispuso de otras dos claras oportunidades, la primera de Vicente Rodríguez, que tras realizar una gran jugada por la banda centró el balón y Morientes lo envió fuera, y la segunda de Joaquín Sánchez, que realizó una gran triangulación pero a la hora del remate no acertó a golpear la bola. El marcador reflejaba un resultado que no era muy justo, especialmente por la buena segunda parte que estaban realizando los locales, quienes por lo menos merecían el empate. Pero el partido hizo algo poco de justicia cuando Marchena acortó diferencias tras marcar un gol de cabeza en el saque de un córner. Además, a los de Emery se les ponían las cosas de cara cuando Pedro López veía la tarjeta roja por una dura entrada a Morientes. Con el Valencia crecido y con un jugador más sobre el terreno de juego, Mestalla comenzó a animar a sus jugadores, pues veían la posibilidad de remontar en el marcador. A pesar de ello los de José Luis Mendilíbar supieron mantenerse en defensa y sacar tres importantísimos puntos de Valencia. El conjunto de la capital del Turia, por su parte, se quedó con la sensación de que sin David Villa es un equipo con muchas carencias y deberá contar a partir de ahora sus partidos como victorias si quiere continuar en puestos europeos.