El Barcelona despejó las pequeñas dudas que traía del partido de Champions frente al Chelsea con una goleada por 6-1 y un despliegue magistral de juego. Un suave Girona pagó la irá de Messi, que guió a su equipo durante todo el partido y volvió a demostrar que lo terrenal se le queda pequeño.
Europa. El Madrid. Como en fútbol, en baloncesto. Amores que matan nunca mueren. El Madrid murió el domingo en Gran Canaria y mató el viernes en el Palau. Mismo rival. Distinto escenario. Y es que... This is Europa, amigo.
El plan de Mourinho dio resultado: no encajar y dejar para Old Trafford la resolución de la eliminatoria. El Sevilla propuso más fútbol, tuvo más ocasiones y mereció más que el empate, pero se encontró con un gran De Gea que salvó con dos paradones a su equipo.
En 2009 Messi asistió a Iniesta para que el manchego marcase uno de los goles más recordados de la historia reciente del Barça. Nueve años después, en la misma portería, fue Iniesta quien asistió al argentino para empatar el primer partido de la eliminatoria.
La edición 2018 del Partido de las Estrellas celebrado en Los Ángeles tenía un hándicap a batir: superar el aburrimiento de las últimas ocasiones. Pese a comenzar con un encuentro de novatos descafeinado, los concursos del sábado calentaron un domingo divertido. El equipo de LeBron se llevó el duelo ante los Curry y compañía. El All Star está de vuelta.
El Real Madrid escapó sano y salvo de la trampa del Villamarín con una goleada digna de sus mejores tiempos. Que a este Madrid le marca cualquiera es un hecho cada vez más demostrable, pero no deja de ser cierto que el equipo, cuando afronta partidos de Liga, se relaja en exceso.