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RÍO 2016

Historia escrita con nombres de deportistas

Por Nacho MartínezTiempo de lectura7 min
Especial 201629-07-2016

Mark Spitz, Nadia Comaneci, Carl Lewis, Michael Phelps, Usain Bolt... son algunos de los personajes que han escrito con letras de oro su nombre en la historia de los Juegos Olímpicos, ¿quién será el siguiente en hacerlo en Rio? ¿qué hazaña o gesta quedará marcada para el resto de los días? Una vez más, después de otros cuatro años, los mejores deportistas de todas las nacionalidades del planeta acuden a Brasil con la intención de trascender su condición humana y elevarse a lo divino, como ya lo hicieron sus antecesores.

Todos y cada uno de ellos intentarán sobrepasar sus límites guiados por el mismo espíritu de esfuerzo y superación que imperaba en la antigua grecia y que aún hoy sigue vigente gracias al barón francés Pierre de Coubertin, que recuperó en 1986 los Juegos Olímpicos y los adaptó a los nuevos tiempos. Para cumplir ese sueño creó el Comité Olímpico Internacional, organismo que sigue existiendo en la actualidad y se encarga de organizar este gran evento mundial. Como no, los primeros Juegos de la época moderna se disputaron en Atenas, pues debían volver a las tierras helénicas que los vieron nacer.

Los franceses fueron los responsables de preparar los segundos Juegos Olímpicos, los de 1900, con la realización simultánea de otro evento como era la Exposición Universal, lo que generó un fracaso histórico de esas olimpiadas. Algo circunstancial que no ha tenido mayor relevancia porque desde ese año hasta el presente se han celebrado cada cuatro una nueva edición con las excepciones de dos parones por las respectivas guerras mundiales.  

Los Juegos de 1936 en Berlín adquirieron un matiz político en busca de demostrar la superioridad aria. Paradójicamente la gran figura de los juegos fue el atleta negro Jesse Owens, medalla de oro y récord mundial, logrando medallas en 100, 200 y 4 por 100 metros lisos y otra en salto de longitud. En esa última modalidad se generó un fuerte duelo deportivo entre Owens y el germano Lutz Long, del que resultó victorioso el norteamericano. Los dos atletas dieron abrazados la vuelta de honor, algo que no fue del agrado de Adolf Hitler que veía la celebración desde el palco.

Los Juegos Olímpicos no han sido ajenos a las circunstancias históricas del momento y por eso se dejaron de organizar dos ediciones tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se retomaron en Londres 1948 se notó una gran austeridad, y una falta evidente de organización generadas por la crisis de posguerra. Por los acontecimientos históricos se entiende también la primera aparición de deportistas soviéticos en la edición de Helsinki 1952, donde hubo una tensión evidente en pleno desarrollo de la Guerra Fría.

Los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 fueron los primeros en ser retransmitidos por televisión. Y gracias a las cámaras se han podido ver imágenes históricas. En México 1968 surgió un movimiento llamado el poder negro (black power) que se manifestó como una protesta contra el racismo. El atleta Tom Smith y su compatriota John Carlos, ambos de raza negra, subieron al podio ocupando el primer y el tercer lugar respectivamente en los 200 metros lisos, sin zapatos, con medias negras y Smith luciendo en su mano derecha y Carlos en su mano izquierda un guante negro. Cuando la bandera de su país fue izada con el fondo musical del himno americano los dos atletas bajaron la cabeza y levantaron sus puños desafiantes.  

Munich 1972 fue un periodo olímpico de ingrato recuerdo, debido a los atentados de una organización terrorista palestina que el 5 de septiembre asaltó los dormitorios de la delegación de Israel, mató a 2 atletas y se llevó como rehenes a otros 11. Sin embargo, ni ese trágico acontecimiento ni ninguno otro posterior han podido desempañar las gestas que los mejores deportistas del mundo consiguieron, como la del nadador estadounidense Mark Spitz que logró en Munich siete medallas de oro. Cuatro años después, una excelente organización del evento en Montreal fue el escenario donde se dio a conocer una de las mejores gimnastas de la historia, una niña de 14 años de origen rumano, Nadia Comaneci. Siendo la primera deportista en la historia de esa modalidad se convirtió en la primera en obtener una calificación perfecta de 10 puntos.

Las actuaciones de los deportistas españoles fueron mejorando a partir de Moscú 1980 hasta llegar al número máximo de medallas con la eclosión de Barcelona 92. España ganó por primera vez en su historia seis medallas en Moscú, contando con una de oro, a lo que influyó que muchos países como Estados Unidos, Canadá, Alemania Federal, Japón, China o Kenia no participaran en el evento en señal de protesta de que los Juegos se celebraran en la Unión Soviética.

En las ediciones siguientes  de Los ángeles y Seúl, España bajó el número de medallas pero con la noticia de tener a Barcelona como sede olímpica en 1992 empezó a poner las bases de una generación de deportistas que darían muchas alegrías en dicho año. En lo deportivo estas dos ediciones aumentaron mucho el nivel y la exigencia y se batieron multitud de marcas mundiales en diferentes modalidades deportivas. La estrella más destacada en estas dos participaciones fue el atleta estadounidense Carl Lewis, quien triunfó en los 100 y 200 metros lisos, en los relevos de 4x100 y en el salto de longitud.

Barcelona no defraudó al mundo y desde el momento de su elección como ciudad olímpica para los Juegos del 92 se preparó para una magnífica realización del evento. La ciudad construyó y restauró estadios, organizó una serie de eventos en donde la cultura española y catalana fue divulgada a los turistas. Desde el punto de vista deportivo, el hecho más notorio estuvo de nuevo protagonizado por Estados Unidos; por primera vez en la historia de las olimpíadas se permitió la participación de un equipo profesional de baloncesto, reuniéndose así las grandes estrellas de la NBA para formar el llamado “Dream team” que ganó todos su partidos por una ventaja de 30 puntos de media. En dicho equipo jugaron figuras de la talla de Magic Johnson, Michael Jordan, Patrick Ewing, Clyde Drexler y Larry Bird entre otros.

Además, competir en Barcelona fue un elemento de motivación para los deportistas españoles que lograron el mayor número de medallas de toda la historia de la delegación, 22 medallas de las cuales 13 fueron de oro. Para el recuerdo quedará Fermín Cacho traspasando el primero la línea de los 1500 metros en el estadio olímpico de Montjuic, la selección de fútbol ganando la final a Polonia en el Camp Nou o las cuatro medallas de oro en la modalidad de vela.

Para España repetir la empresa de Barcelona en los Juegos Olímpicos de Atlanta iba a ser una tarea muy difícil, por no decir casi imposible, pero en cierta manera se dio una continuidad a los éxitos de 1992. Se consiguieron 17 medallas aunque bastantes menos de oro, Induráin arrasó en ciclismo y se siguió teniendo la hegemonía en vela. Tanto en Sidney como en Atenas los resultados fueron discretos por parte de la delegación española, en 2004 se consiguieron muchas medallas pero muy pocas de oro.  

Si bien no se alcanzaron los resultados de Barcelona, en Pekín 2008 España volvió a estar al nivel de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Las medallas de oro no se hicieron esperar y en la carrera de ciclismo Samuel Sánchez se subió a lo más alto del podio. El ciclismo en pista y Joan Llaneras dieron muchas alegrías al igual que Rafa Nadal en tenis que probó el sabor del metal más preciado. Los Juegos de Pekín sorprendieron al mundo por su espectacularidad, organización y gestas deportivas. En ellos Michael Phelps se proclamó como el mejor nadador de todos los tiempos logrando ocho medallas de oro y superando así a Mark Splitz. Quien también sorprendió fue el atleta jamaiquino Usain Bolt, “el relámpago”, todo un especialista en pruebas de velocidad que rompió los récords mundiales de 100 metros en 9,69 segundos y de 200 en 19,30 segundos.

A parte de ser los Juegos Olímpicos de la igualdad total, por la participación femenina en todas las delegaciones y en todos los deportes, los de Londres 2012 fueron de nuevo los Juegos de Michael Phelps, que se convirtió en el mayor medallista de todos los tiempos, y los Juegos de Usain Bolt, que repitió la hazaña de Pekin. El velocista jamaicano volverá a competir en Rio de Janeiro, junto con otros muchos deportistas que, como él, quieren escribir su nombre en la historia.