SEMANARIO INDEPENDIENTE DE LA RED. Año I. Número 49. Madrid, Semana del 9 al 15 de febrero de 1998

La Semana que vivimos - Semana del 9 al 15 de febrero de 1998


Si no eres impasible y tienes una opinión para todo, este es tú rincón: El Rincón del Inquieto. En este apartado, todas las semanas te proponemos un tema sobre el que opinar. No importa si estas a favor o en contra. En este Rincón, todos los que somos como tú te escuchamos y estamos abiertos a tus opiniones, porque cada uno tenemos nuestro propio punto de vista, luego... ¿por qué no ponerlo en común con todos los que leemos "La Semana que vivimos"? Por que todos somos distintos y vemos las cosas de forma diferente... envíanos tu opinión a iglesias@futurnet.es junto a tu nombre, ciudad de residencia, edad y e-mail (opcional).

LA SEMANA PASADA: ¿Crees que EE.UU. pretende mejorar la imagen de Clinton con un ataque sobre Irak?

La prepotente Administración Clinton, pretende justificar su agresiva, destructiva y criminal política exterior, para imponer el Nuevo Orden mundial, contraria al orden natural, ahora bajo la excusa de impedir el desarrollo de un arsenal de armas químicas por parte de Sadam Huseim. Y está dispuesto a causar gran cantidad de asesinatos, de civiles inocentes, sino no puede enviar inspectores que investiguen la existencia de las terribles armas químicas. Roque Guinart.

DEBATE: ¿Qué te parece la lista de 869 medicamentos excluidos de financiación de la Seguridad Social?


El político es el único ser humano que tropieza
siete veces siete en la misma piedra

Nacho Abad.- Los ciudadanos piden unidad frente al terrorismo; los políticos, conscientes de que la unidad de actuación constituye una utopía, se comprometen con la discreción. Eso sí, sólo lo hacen cuando empezamos a llorar una nueva muerte. Sin embargo, antes de que se hayan secado las lágrimas de muchos de los españoles, los políticos vuelven a la carga: continúan lanzándose escupitajos dialécticos. El 23 de enero eran asesinados en Sevilla Alberto Jiménez Becerril, concejal del PP, y su esposa. Durante este tiempo, los miembros de todos los partidos democráticos han tenido tiempo para discutir por tres asuntos, y también para no llegar a ninguna solución:
Primera pelea: el alcalde socialista de San Sebastián, Odón Elorza, permitió seguir un pleno con varias fotografías de miembros de ETA y HB encarcelados. Los concejales del PP abandonaron la sala. Desde varios frentes se acusó a Odón Elorza de estar más cerca de los terroristas que de los demócratas.
Segunda pelea: El Lehendakari, José Antonio Ardanza, pone sobre la mesa una propuesta para acabar con el terrorismo. El primer paso sería que todos los partidos demócratas se reuniesen en torno a una mesa a discutir el final de la violencia. El segundo consistiría en invitar a HB, siempre que ETA anunciase una tregua indefinida. Quien habla de diálogo parece estar apestado: todos los partidos políticos han dado la espalda a la propuesta de Ardanza. Lo reprochable no es que los políticos no estén de acuerdo con él, sino tener que escuchar los términos en los que han descalificado la propuesta del Lehendakari.
La tercera pelea entre políticos tiene que ver con la seguridad de los concejales del PP en el País Vasco. La ley otorga esa responsabilidad y esa competencia a la Ertzaintza. Sin embargo, Jaime Mayor Oreja ha ordenado a la Policía Nacional que proteja a los concejales. Lo grave del asunto es que el Consejero de Interior del gobierno vasco no tenía ni idea. O sea, que Mayor Oreja no le había dicho ni pío, le había puenteado. Cuando el asunto se hace público comienzan, una vez más, las descalificaciones. Atutxa le pide que retire a la Policía Nacional porque la protección es responsabilidad de la Ertzaintza. Mayor Oreja le responde con una finta: sólo me preocupa la seguridad de los concejales. Resulta indiferente saber qué político es el que ha metido la pata, lo bochornoso es que da la impresión de que los líderes de los distintos partidos se pelean por dar balones de oxígeno a los violentos. Todos estamos de acuerdo en que discutir públicamente sobre el terrorismo sólo beneficia a ETA. Pues a pesar de tenerlo claro, el político es el único ser humano que tropieza siete veces siete en la misma piedra. Lo triste es que dentro de unos años, a estos grandes errores les llamaremos experiencia.


Brazaletes contra la muerte

Antonio Burgos.- En el discurso de ingreso de Luis María Ansón en la Real Academia habría algún verso que expresara mejor lo que quiero decir. Que es tan largo el dolor y tan corto el olvido, que mi ciudad aún está conmocionada por el último acto contra la esperanza. Ves a la alcaldesa y se le nota por fuera el dolor que llevamos por dentro. Va ser muy difícil el alivio de luto, porque el dolor engarzará pronto con el negro de las túnicas de los nazarenos. Lo decía ayer en un artículo Javier Arenas, poseedor de las claves del arte de saber estar. Arenas decía que "Sevilla ha estado en el silencio y la verdad". Lo que destaca aún más que hay otros que siguen en el ruido de la furia y las mentiras.
Desde este "espíritu de Sevilla" que citaba Arenas, cada vez me parece más increíble que hubiera un club de fútbol que se negara a guardar un minuto, un solo minuto de este silencio de la verdad, en memoria de Alberto y Ascensión. No es Setién todo lo que reluce. Y menos me explico que la gente siga yendo a llenar los campos de fútbol cuando juega ese equipo. Si por casualidad lee esto algún aficionado al fútbol, yo prepondría que dijera a la directiva de su equipo que todos los partidos que queden por jugar con aquel club cuyo presidente no creyó oportuno guardar el minuto de silencio, lo hagan con brazaletes negros. Por lo menos que nos quede la dignidad. Brazaletes negros o minuto de silencio en todos los campos donde ese equipo juegue, para recordar que hay cosas que nosotros no olvidamos. Brazaletes contra los que ayudan a la muerte con su ruido y su furia. Brazaletes como un estrambote del sentimiento de España: "Vascos, sí; ETA, no... y directivas de clubes que no quieren guardar un minuto de silencio contra la muerte, tampoco".
(ofrecido también en EL MUNDO: 10-2-1998)


La Semana que vivimos - Semana del 9 al 15 de febrero de 1998