SEMANARIO INDEPENDIENTE DE LA RED. Año I. Número 40. Madrid, Semana del 8 al 14 de diciembre de 1997

La Semana que vivimos - Semana del 8 al 14 de diciembre de 1997

Concluye la cumbre de Kioto con un acuerdo
"insignificante" para los ecologistas

Suso Peleteiro.- Dura, intensiva y polémica. Así de breve podría definirse la Tercera Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático. Sin embargo, lo que en un principio pareció poco probable -el llegar a un acuerdo sobre reducción selectiva de emisiones de gases contaminantes por parte de los gobiernos del mundo- relativamente se ha conseguido, si miramos por el prisma de los gobiernos participantes en dicha cumbre. Pero no todo el mundo ha salido satisfecho. Los grupos ecologistas, principales grupos de presión en la materia, han calificado el acuerdo de "farsa" y de "tragedia".
El documento aprobado en la Cumbre compromete a los 39 países desarrollados a reducir en un 5,2% de media sus emisiones de gases de efecto invernadero (en concreto seis, que son los hidrofluorocarburos, los perfluorocarburos y el dióxido de azufre, además del dióxido de carbono, del metano y del óxido nitroso) tomando como punto de referencia los niveles de 1990 y 1995, y hasta el año 2008 y el 2010. También se han fijado las cuotas de reducción, en las que ha salido como relativos "triunfador" EE.UU., en detrimento de la posición de la UE (aunque EE.UU. no pretendía reducir, sino estabilizar sus emisiones). Estas cuotas imponen una reducción del 8% para los 15 miembros de la UE y para otros países europeos, un 7% para EE.UU. -que es el estado, junto con China que más daña la atmósfera- y Canadá, y un 6% para Japón. En concreto, España se ve autorizada a aumentar sus emisiones, al ser uno de los estados que menos gases contaminantes "exporta" a la atmósfera.
Otro tema relacionado fue el de la compra-/venta de cupos de emisiones entre países, tema polémico, pues llevó casi tres horas su resolución. Y resolución entre comillas, porque lo que se resolvió fue precisamente no resolver nada hasta una próxima cumbre el año que viene en Buenos Aires.
Ahora sólo queda esperar a la ratificación y entrada en vigor del documento, que estará completa cuando -por lo menos- 55 países lo hayan firmado. De todas formas, el acuerdo no se aplicará hasta, por lo menos, marzo de 1999.
Sin embargo, el acuerdo de Kioto resultará insuficiente, según los expertos. Para que las reducciones cumpliesen con el objetivo previsto, deberían mantenerse durante al menos 40 años con un objetivo de reducción de la mitad respecto al año 90. Es más, según los expertos, cualquier reducción inferior al 20% resultaría inefectiva. Pero los mismos expertos abren una puerta al futuro, porque una iniciativa como esta de la ONU es, en todo caso, siempre mejorable mediante el trabajo continuado en el futuro.


¿Qué ha pasado en Kioto?
Javier Bragado.- Llevaba dos semanas esperando optimista la cumbre de Kioto sobre el clima. Pero tras la finalización me siento verdaderamente desesperanzado. Para empezar apareció el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore en la segunda semana de la cumbre. El que dicen que es el más ecologista de todos los vicepresidentes de la casa blanca consiguió con su discurso (vacío de contenido) titulares al día siguiente que coincidían en una palabra: decepción. Pero esto no es todo, Estados Unidos aceptó al final de la cumbre reducir sus emisiones de CO2 en un 7%. El país norteamericano produce la cuarta parte de las emisiones en todo el mundo y se compromete en un porcentaje menor al de la Unión Europea o países como Suiza o Liechtenstein, estados que tienen un papel bastante menos importante en el calentamiento de la Tierra. Pero esto no acaba ahí, porque incluso este acuerdo puede no ser aceptado por el Senado según amenazó un senador republicano. Es increíble que el lobby (grupo de presión) de la industria sea tan fuerte en EE.UU. como para impedir negociaciones en las que está en juego vidas de todo el planeta.
No creo que el resultado de estas negociaciones gustaran a la asociación de las islas más afectadas, que solicitaban la reducción de un 20% de las emisiones. No creo que nadie conozca tanto como sus habitantes lo que se está tratando. Espero que no se espere a que una de las islas desaparezca (inundada por el agua) para que se adopten unas medidas reales. ¿Como es posible que ni siquiera se haga caso a una isla perdida en el Pacífico o en el Atlántico?, islas tan cercanas a Australia, que lejos de reducir sus emisiones, las va a aumentar un 8%. Dicen que es para evitar pérdidas de empleos, pero a un largo plazo es pan para hoy y hambre para mañana, porque algún día habrá que decir entre la industria o la supervivencia.
En el caso de que sean más importantes los intereses de la industria que los de la humanidad en su conjunto, creo que se desperdicia el dinero en estudios como el de hace unas pocas semanas, hecho por Greenpace, en el que se revelaba que para el año 2020 aumentarían las temperaturas en 4º en la zona mediterránea, entre otras, además de revelar que en medio siglo había aumentado la temperatura más que en varios anteriores. Me parece que todavía no se han dado cuenta de lo que significa esto para algunos países. Están jugando con fuego. Deberían haber empezado las restricciones cuando se descubrió el efecto invernadero, sus causas (estos gases) y sus consecuencias. O cuando apareció El Niño, un fenómeno meteorológico que hace que el nivel del mar suba, cogiendo terreno a la costa.
Mención especial debe tener el país anfitrión. Japón emite tanto CO2 que si realizamos una media de gas emitido por habitante, nos daríamos cuenta de que si fuera así en todo el mundo llegaríamos a Water World. En Japón ya lo han notado, según me contaba una habitante de Yokohama, cerca de Tokio, el calor allí es insoportable, peor que en España. Algunos se escudan en que es la humedad lo que lo hace insoportable (recuerdo que Japón es una isla), pero está claro que es esa densidad de gases lo que provoca un verdadero efecto invernadero. ¿Porqué se ha hecho si no, la cumbre en Kioto y no en Tokio?. Aceptó reducir un 6% sus emisiones, pero creo que todos los países deberían empezar de una vez a tomarse en serio el cambio climático, en especial Estados Unidos.


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