SEMANARIO INDEPENDIENTE DE LA RED. Año II. Número 59. Madrid, Noticias del 20 al 26 de abril de 1998

La Semana que vivimos - Semana del 20 al 26 de abril de 1998

Una ola de agua contaminada amenaza del parque de Doñana

Javier Bragado.- Una presa que contenía millones de metros cúbicos de agua ácida se rompió en la madrugada del viernes pasado. La causa era un corrimiento de tierras, que provocó la rotura del embalse, cuyo contenido cayó directamente sobre el río Agrio (Sevilla). El principal problema es que esta presa se encuentra en las cercanías del parque nacional de Doñana, el más importante y extenso de los parques españoles.
La presa contenía agua ácida y metales pesados de las minas de Aznalcóllar (Sevilla). La mezcla del agua ácida y el río originó una ola de agua, azufre, plomo, cobre, zinc, cadmio y otros metales que causaron la muerte de todo lo que tocaron al entrar en contacto con las especies del río. Después, la ola llegó al río Guadiamar, que desemboca en un río afluente del Guadalquivir. Según José Antonio Viera, delegado de Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, el Guadiamar "tiene capacidad para absorber y diluir la contaminación". Aunque el principal problema era -al cierre de esta edición- que la pleamar del domingo no ayudara a desbordar los diques de contención, ya que las consecuencias serían más graves aún.
La amenaza de la expansión de esta ola contaminada viene de su paso destructivo. Varias zonas de arrozal y frutales, en las orillas del río, quedaron estériles (algo que durará mucho tiempo) al entrar en contacto con el ácido, y el preparque de Doñana ya se ha visto afectado. El preparque es una zona de gran valor ecológico que está situado en el cauce poco antes del parque de Doñana. Al cierre de esta edición la ola se encontraba a dos kilómetros del foco principal de Doñana, aunque estaba casi frenada. Lo más grave es que el parque nacional de Doñana fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1994, además de ser la principal reserva ecológica de nuestro país, con lo que lo sucedido tendrá importantes secuelas en nuestro país.


Renault revela el uso de 400 cadáveres en simulacros de accidente

Patricia García Serrano.- La firma francesa de automóviles Renault ha manifestado a la opinión pública que la informática y los maniquíes no son suficientes para hallar las mejores soluciones. Por lo cual, han utilizado hasta ahora 400 cadáveres (dos de ellos, de bebés) en sus simulacros.
Según afirmó un portavoz de dicha compañía, "los muñecos no pueden reemplazar totalmente el cuerpo humano en la simulación de accidentes", además, precisó que "Renault y Peugeot se sirven de esos experimentos, pero sobre todo de un banco de datos referidos a 18.000 accidentes de carretera". Renault creó su laboratorio de investigación biomédica en 1954 y Peugeot se asoció con él hace diez años.
El profesor Claude Got, responsable del CESAR (Centro de Estudios de Seguridad y de Análisis de Riesgos), explicó que "desde hace 25 años el CESAR se ha servido en más de 400 ocasiones de cadáveres para su estudio de los accidentes". Got añadió que no sólo no se avergüenzan de ello, sino que se enorgullecen de haber obtenido, dentro de un marco legal, una inmensa base de conocimiento bio-mecánico sobre la tolerancia humana al choque.
El auge del diseño informático ha permitido suprimir un buen número de estos experimentos en el interior de vehículos, pero "las pruebas con cuerpos humanos seguirán siendo necesarias", porque con la informática puede controlarse todo menos la realidad.
El periódico londinense The Sunday Times publicó que Renault se había servido de cuerpos de bebés. Un detalle conocido a raíz de los experimentos realizados para diseñar una nueva gama de sillas que mejorarán la seguridad de los niños en los nuevos modelos Clio, Mégane y Espace. Las sillas especiales para niños pasaron primero a ser obligatorias y han mejorado sustancialmente gracias a estudios sobre accidentes.
En 1993, la prensa alemana también inquietó a la opinión pública al describir los experimentos que hacía la Universidad de Heidelberg con los cadáveres. Al respecto, Got dijo: "es la falta de racionalidad en nuestra relación con la muerte la que lo impregna todo. En mi caso, pienso que mi cuerpo, antes de ser abrasado o devorado por los gusanos, prefiero que sirva para mejorar la seguridad de un vehículo, que sea utilizado en un test de accidente".


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