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La Semana que vivimos - Semana del 6 al 12 de abril de 1998 |
El asesinato no resuelto de su mare le ha perseguido durante toda su vida. Su última novela, "Mis rincones oscuros", es un intento del autor por averiguar las causas y descubrir a los culpables del asesinato de su madre. Ellroy se armó de valor y en 1994 decidió internarse en los archivos policiales de la oficina de Los Ángeles. Allí, vio por primera vez las fotos de su madre desnuda en el depósito de cadáveres. La vio estrangulada con una media enrollada al cuello. Allí encontró al que iba a ser su compañero durante la investigación, Bill Stoner, un detective de homicidios que llevaba 14 años en el cuerpo. Durante 11 años, el que más tarde se convertiría en autor de moda, vagabundeó y se dejó arrastrar por la vida. Probó de todo. Bebía todo lo que se le ponía por delante y las drogas formaron parte de su menú diario. Cayó enfermo y el Ellroy delincuente, alcohólico y drogadicto recapacitó. Trabajar es lo que hizo ver terminada su cura. No olvidó su interés por los crímenes y los bajos fondos sobre los que escribió. Hoy, no bebe, no fuma, se va a la cama temprano y se ha convertido en un hombre meticuloso y ordenado. Nacido en 1932, Vostell tuvo su primer contacto con España en 1958, cuando se desplazó a nuestro país para estudiar a Goya y Zurbarán. Venía marcado también por la visión que en París le produjo el cortometraje de Buñuel "Tierra sin pan". Ese mismo año, realizó una exposición individual en Cáceres, pero su contacto con España en general y con Extremadura de forma particular, se interrumpió en 1974. Paso previo fueron unas cuantas obras suyas creadas al aire libre en ese paisaje de rocas, cigüeñas y silencio. La Extremadura rural se conmovió en 1976 con su obra VOAEX. Un Cadillac empotrado en un bloque de cemento parecía entrar en confrontación directa con un paisaje que sólo visitaban hasta entonces los pastores con sus ovejas, los pescadores nativos del lugar y algún perdido caminante. Poco después, siempre con el apoyo de los regidores locales, el museo empezó a surgir en El Lavadero, un edificio en ruinas que tuvo su esplendor en el pasado siglo. En museo padeció constantes infortunios hasta que la Junta de Extremadura dio su respaldo. |