SEMANARIO INDEPENDIENTE DE LA RED. Año II. Número 50. Madrid, Semana del 16 al 22 de febrero de 1998

La Semana que vivimos - Semana del 16 al 22 de febrero de 1998


Si no eres impasible y tienes una opinión para todo, este es tú rincón: El Rincón del Inquieto. En este apartado, todas las semanas te proponemos un tema sobre el que opinar. No importa si estas a favor o en contra. En este Rincón, todos los que somos como tú te escuchamos y estamos abiertos a tus opiniones, porque cada uno tenemos nuestro propio punto de vista, luego... ¿por qué no ponerlo en común con todos los que leemos "La Semana que vivimos"? Por que todos somos distintos y vemos las cosas de forma diferente... envíanos tu opinión a iglesias@futurnet.es junto a tu nombre, ciudad de residencia, edad y e-mail (opcional).

DEBATE: ¿Crees que hubo una conspiración para retirar a Felipe González del Gobierno?


¿Conspiró también "Cheis Lloverti"?

Nacho Abad.- ¡Qué semanita llevamos! Asegura Ansón que varios "periodistas" se confabularon para sacar del poder a Felipe González: Pedro J. desde El Mundo, José Luis Gutiérrez desde Diario 16, el propio Ansón en ABC y Antonio Herrero desde su programa en la COPE. Según Ansón, esta partida de conspiradores está encabezada por Mario Conde. El de la gomina diseñó un plan en 1994 con varias fases. La primera, sacar en los medios de comunicación "asociados" todos los trapos sucios de los socialistas a fin de sacar de la Moncloa a Felipe González. En la segunda, José María Aznar correría la misma suerte. La situación obligaría al Rey a intervenir y en ese momento de crisis aparecería Mario Conde como el salvador de la patria. Un Mario Conde que escalaría hasta la jefatura del Gobierno sin pasar por los partidos. El ex banquero lo ha negado todo al más puro estilo tejeriano. Le gritó a González el otro día en una radio: "Cállese coño". Ansón asegura que participó en esta trama, en la que también están metidos jueces, políticos y financieros, para controlarla por dentro.
Algunos listillos, desde una falsa humildad explican ahora que ellos desde sus medios de comunicación no tienen el poder de influir en la opinión pública. Que los ciudadanos no somos tontos y que en realidad González cavó su propia tumba con asuntos como Filesa, el GAL, las andanzas de Luis Roldán, etc. ¿Alguno de ustedes piensa que las madres de la plaza argentina del Dos de Mayo son lelas? Seguro que no, sin embargo, estas mujeres creían hasta hace bien poco que la banda terrorista ETA luchaba por los derechos humanos en nuestro país. ¿Cómo pudieron llegar a tan errónea conclusión? Recibían información manipulada. Los medios de comunicación tienen más poder que el que les gusta reconocer a sus profesionales. La senda del periodista es la de la información. Como en todos los gremios hay ovejas negras que se salen del camino y deciden utilizar los medios de los que disponen para lograr sus oscuros intereses. Y me pregunto yo ¿quién les ha dado a estos salva-patrias una vela en el entierro de Felipe González? ¿Y de que privilegio especial disfrutan para cavar la tumba de José María Aznar?
Dice Ansón que dentro del propio gobierno popular hay conspiradores (se entiende que sólo de la primera fase) y todas las miradas se han dirigido a Francisco Álvarez Cascos. Recordarán que se reunió en diciembre del 94 con el abogado de Amedo y con Pedro J. en el despacho de este último. EL PAÍS publicó el viernes pasado un documento firmado por Amedo en el que el ex policía daba a entender que, en esa reunión, Cascos le prometió el indulto a cambio de que implicase a González en la guerra sucia. Cascos ha demostrado que sabe jugar a las cuatro esquinas y ha evitado de una u otra forma las preguntas de los periodistas. José María Aznar, el supuesto beneficiado de la trama, también quiere transmitir la sensación de que esta batalla no va con él (mientras escribo estas líneas desobedezco un consejo suyo, estoy perdiendo el tiempo con este tema). El papel más bochornoso dentro del gobierno popular lo ha interpretado una vez más su portavoz. Mr. Miguel Angel Rodríguez asegura que el asunto le aburre soberanamente, y que eran más divertidas las conspiraciones de Falcon Crest. Al menos "Maikel" podría haber dicho que toda la historia es "como increíble" y no se habría pillado los dedos para el futuro. Recomendaciones a parte, de estas tres actitudes se desprenden dos intenciones. Primera: el Gobierno de Aznar quiere transmitir la idea de que este asunto no tiene nada que ver con ellos. Segunda: dentro del PP algo saben, porque ni Cascos ha desmentido nada, ni el Presidente ha dado una explicación coherente, ni el portavoz ha puesto la mano en el fuego por el Vicepresidente.
A lo largo de los próximos días iremos conociendo nuevos datos de idéntica jaez. Información que podrá responder a estas preguntas: ¿Lo sabían los obispos? ¿Por qué ha hablado Ansón? ¿Cómo participó Álvarez Cascos en todo este entramado? ¿Despertará un asunto tan grave el apetito verbal del Presidente y se lanzará a defender a su número dos? ¿Liberará Pedro J. alguna de las cintas que tiene bien guardadas y nos encontraremos ante un nuevo escándalo que desvíe la atención de la opinión pública? ¿Insistirán los populares y algunos obispos en reducir un asunto tan preocupante a un simple jolgorio mediático?


Yo es que me descojono

Antonio Burgos.- Perdonen la "versación", pero estamos en Carnaval. Por lo visto, hay mucha gente que actúa de chirigota. Hay chirigotas que limpian, fijan y dan esplendor. Y como el pelotazo gaditano de Carnaval es una chirigota que se llama Los Juancojones, yo es que me descojono con la conspiración en curso. Ya sé por qué Luis María Ansón le quitó el acento a su apellido. Para que en la chirigota de Los Juancojones del Caso Marey no rime con conspiración. La conspiración de Ansón, porrompompón, esto sí que es Carnaval. Qué pedazo de chirigota...
Yo es que me descojono, porque Pablo Sebastián me llamó un día para que bajara a Marbella a fundar la AEPI, y resulta que no era para lo que me decían, para que nos echaran unas copas y unas fotos como estrellas estelares del periodismo independiente, sino que era para derribar la Monarquía, para derribar a Felipe González y el estadio de Sarriá porque ya estaba derribado, que, si no, también lo derribamos. ¿Pero esto qué es, Dios mío de mi alma, la AEPI o una empresa de derribos? Yo me creía a que Ansón lo habían hecho académico de la Española y resulta que no, que, como a un Domecq cualquiera, lo han hecho campeón de España de acoso y derribo. Yo es que me descojono. Porque resulta que los presuntos derribantes fueron los derribados, quién sabe si por el mismo Ansón. A José Luis Gutiérrez, los ahora amiguitos de Ansón lo echaron de la dirección de su diario. A Pablo Sebastián, los ahora amiguitos de Ansón le cerraron el periódico. A Antonio Herrero, los ahora amiguitos de Ansón le cerraron la radio. A Martín Ferrand, perdona que aguante la risa, Luis María, pero es que me descojono, tus ahora amiguitos le cerraron la tele... Nos creíamos que eras de los nuestros y resulta que ibas de Caballo de Troya del felipismo, Luis María y cierra España. A mí no me cerraron nada, aunque el propio Ansón había intentado cerrarme la boca en el comicalla de su hermano, pero cogí Puerta, Camino y Mondeño por vergüenza torera. Así que dejen que, sentado a la puertecita moruna de mi casa, me descojone con este Juancojones que anda por ahí pegando pinceladas felipistas porque a él también le quitaron la brocha. Y la escalera.
(ofrecido también en EL MUNDO: 18-2-1998)


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