El Papa pide "libertad y justicia" para Cuba
Pablo A. Iglesias.- Cuba vivió durante cinco días la visita del Papa Juan Pablo II, quien pidió una y otra vez "libertad y justicia social, libertad y solidaridad" en cada uno de los mensajes que el Pontífice pronunció sobre territorio cubano. El Papa llegó a la isla caribeña el pasado miércoles 21, donde el jefe del Estado cubano, Fidel Castro, esperaba a Karol Woijtyla en el aeropuerto de La Habana. Allí, centenares de personas -autoridades, políticos, religiosos, periodistas- aguardaban impacientes la llegada del Papa a la Isla. Entre ellos, un Fidel Castro envejecido de aspecto pero joven de espíritu que recordaba sus tiempos de infancia en el colegio jesuita donde se educó de niño.
Nada más pisar y besar suelo cubano, el Papa dio una solución al problema de la dictadura castrista y el contingente con Estados Unidos por el embargo al país: "que Cuba se abra el mundo, y que el mundo se abra a Cuba". Este fue el primer mensaje del Papa en la isla, que había escuchado momentos antes cómo el propio Fidel Castro iniciaba su discurso de bienvenida al Pontífice con críticas hacia los conquistadores españoles y el imperialismo norteamericano.
Durante cinco días, el Papa convivió con el pueblo cubano, quien le acompañó en cada una de las misas celebradas. En Santa Clara, más de 100.000 personas vitorearon el jueves a Juan Pablo II en una jornada donde el Sumo Pontífice apuntó a "las carencias materiales, los salarios insuficientes y las insatisfacciones por razones ideológicas" como las causas que "han provocado un problema en Cuba desde hace años"; unas palabras con las que el Papa señaló indirectamente al régimen castrista como el principal culpable de la situación que se vive en la isla. El mismo día, Juan Pablo II y Fidel Castro intercambiaron regalos e impresiones en la entrevista que reunió a ambos durante 50 minutos y en la que el Vaticano pidió a Castro la liberación de varios presos cubanos.
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El viernes, El Papa celebró la segunda homilía en Camagüey, donde millares de cubanos procedentes de todos los rincones de la isla cantaron en torno al Papa, quien elogió a presentes y no presentes, porque "Dios ha bendecido a este pueblo con verdaderos formadores de la conciencia nacional. Hoy los Obispos, con los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos se esfuerzan por tender puentes para acercar las mentes y los corazones, preparando la civilización del amor y de la justicia".