Por goleada, los errores y la falta de acierto se han acabado imponiendo al Marketing en las últimas jornadas. Una competición en la que cada vez cuesta más arrebatarle el liderato y frenar las críticas. En el último enfrentamiento, Piqué, Mourinho y Florentino han sido los encargados de darle la victoria con tres tantos en propia puerta. Y en este caso, no hace falta echar más leña al fuego y hacer uso del VAR. La derrota ha traído la debacle, el deterioro de la imagen, la desconfianza y la desaparición de la credibilidad por un mal uso del Marketing. ¿De qué sirve entonces?
La semana liguera ha sido de lo más movidita para el Marketing. Si seguimos el orden cronológico, el martes llegó el anticiclón. Fue ese mismo día cuando se generó una “alerta roja” en torno a la Selección española y las declaraciones de Piqué. La “espontaneidad” del jugador del Barça no hacen más que desprestigiar una victoria de un combinado que cada vez enamora a menos gente. –¿Por qué será?–. Después de otra acusación por parte del central catalán, la imagen que llega al seguidor es la de desunión y prioridad de los intereses individuales por sus clubes, lo cual genera falta de simpatía y fervor. Primer gol en propia para el Marketing.
El último tanto es demoledor: el falso diario de Florentino. Seguramente ya esté afectando a la imagen blanca y pulcra del Real Madrid –una pena, ya que se estabilizaba y crecía–. Y es que el soborno y la manipulación son dos conceptos tabú en nuestra sociedad. Prohibidos. En el momento en el que salen a la luz, manchan toda imagen que se cruce. ¿Cómo va a aceptar la sociedad que la información que lee esté sujeta a indicaciones de un presidente para su propio beneficio? Como periodista, y habiendo vivido casos en los que las imposiciones a la hora de escribir sobrepasaban mi ética, creo que nunca se debe permitir. Yo no lo hice.
La publicidad beneficiosa, la exposición de las bondades de una marca y el hecho de que hablen bien de nosotros para ensalzar nuestro valor, gusta. Pero utilizar un servicio informativo como pura propaganda es algo que no entra en mi cabeza. Quizás porque no he vivido en épocas de dictadura… Puede ser, aunque debería dar igual. La ética es la ética, la información es la información, y la publicidad, publicidad. Demasiado fácil para un niño de primaria. Y si utilizas una herramienta que puede darte un beneficio de forma que te genere perjuicios, el problema no es la herramienta, aunque sea eso lo que nos llegue. Preguntemos en los colegios.
La derrota del Marketing, como otras tantas, está en el sistema de juego. Hay que repensarlo y no exponerse de tal forma a la derrota. Porque en estos casos, no es un simple partido. Genera fracturas difíciles de soldar en el equipo, en la imagen y en un club, por lo que de nada sirve jugar con él. De hecho, debido a su mala gestión y adecuación, está generando la animadversión del público, su falta de confianza y credibilidad. Y cuando esto se pierde... Mirad, acabemos tirando de repertorio de E.G.B.: ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿El Deporte o el Marketing? Si para que uno llegue a formarse se tiene que cuidar el otro, hagámoslo, por favor.
M. Elena Martínez Quesada
Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual
Especializada en Periodismo Deportivo (IESPORT)
Máster en Marketing Deportivo y Máster en Gabinetes de Comunicación (UCM)
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