Es un libro donde el autor pronostica la desaparición cultural además de la critica por el poco caso que se le hacen a los intelectuales en esta época. Con esta frase define Llosa al intelectual, que "solo interesa si sigue el juego de moda y se vuelve bufón”. También critica duramente al valor que se le da al entretenimiento y diversión, en lugar de interesarnos por temas cultos.
Este afán por la diversión influye directamente en la literatura, la cual señala como “light”. Vargas Llosa también hace hincapié en que la critica literaria esta careciendo de importancia, cuando debería suceder lo contrario.
La moda y la cocina los principales temas tratados en la sección de cultura, y según dice el escritor esto tampoco es lo correcto. Los científicos han pasado a tener un papel mucho menor en esta sección, dejando paso a los modistos y chefs.
Llosa tampoco deja atrás a los políticos, señala que han decaído además de que desprestigian la sociedad actual, y le hecha la culpa a que el intelectual esta menos valorado porque influyen menos en la gente. El intelectual ha sido desplazado en los debates políticos, debido a que hoy priman las imágenes sobre las ideas.
Otro tema que destaca el premio Nobel literario es el cine, donde señala, "hoy consideramos icono a Woody Allen que es, a un David Lean o un Orson Welles, lo que Andy Warhol a Gauguin o Van Gogh en pintura, o un Darío Fo a un Chéjov o un Ibsen en teatro”. Para el autor las artes plásticas ya han llegado a niveles muy preocupantes. Por último Llosa apunta que de todo esto la culpable es la prensa por dejarse llevar por la civilización light y nos olvidamos de que la vida también hay dolor, drama, miseria,etc.
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