El Abierto de Australia supone la primera piedra de toque en la pugna generacional que mantienen Lleyton Hewitt y Andre Agassi, los dos mejores jugadores del circuito. Ambos quieren comenzar la temporada demostrando su hegemonía y pisando fuerte en la Carrera de Campeones. En el cuadro femenino, Serena Williams aspira a ganar su cuarto Grand Slam consecutivo: tratará de impedírselo la belga Kim Clijsters.
El Abierto de Australia se presenta como un duelo al sol entre los dos dominadores de la pasada temporada, Hewitt y Agassi. El de Las Vegas se quedó con la espina clavada, pues no logró hacerse con el número uno de la ATP en el pasado Masters, y a sus 32 años, busca su cuarta victoria en el grande. Hewitt, en cambio, busca su primera gran victoria en casa: su mejor resultado lo logró hace tres años, al llegar a la cuarta ronda. Los españoles, después de la gris actuación de hace un año –Albert Costa fue el único capaz de llegar a cuartos de final, pero no pasó de ahí–, parten con una numerosa participación y cinco cabezas de serie: Juan Carlos Ferrero, número cuatro, Carles Moyà, número cinco, Albert Costa, número ocho, Álex Corretja, número 15, y Tommy Robredo, número 26. La Armada debe aspirar, cuando menos, a mejorar su prestación y meter a estos cinco tenistas en los cruces de cuartos de final. En el cuadro femenino, el panorama no está mucho más abierto. La potencia del juego de Serena Williams se enfrenta al resto de jugadoras, de las que la belga Kim Clijsters, que le arrebató el título en la final del Masters, y la defensora del título, Jennifer Capriati, se apuntan como rivales más cualificadas, con permiso de la actuación de Venus Williams. Para encontrar a la única cabeza de serie española, Conchita Martínez, hay que descender hasta el número 31. Otras diez españolas compiten en Melbourne, aunque ninguna de ellas, salvo sorpresa, apunta a seguir en competición después de la primera semana: tan sólo Magüi Serna, que tiene un cuadro favorable en las primeras rondas –se podría enfrentar a la argentina Clarisa Fernández y a la rusa Anastasia Myskina–, tiene alguna posibilidad.
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