Nadal confirmó en las pistas del Foro Itálico que su derrota en cuartos de final del Mutua Madrid Open fue un tropiezo inesperado. El tenista balear sigue con su recolección de trofeos sobre tierra batida y ya piensa en revalidar Roland Garros en las próximas semanas. El español se impuso en una final a tres sets al alemán Alexander Zverez, reciente ganador de Madrid, presente y futuro del tenis mundial.
La superioridad de Rafa sobre la arcilla es abismal con respecto al resto de tenistas del circuito, pero es cierto que desde la cita madrileña alterna partidos de abuso total con actuaciones no tan brillantes. La final en Roma fue de las segundas porque, aunque endosó un 6-1 al alemán en el primer set, vio cómo se lo devolvían en el segundo y cómo fue break abajo en el tercero y definitivo. Momento en el que el encuentro tuvo que detenerse por la lluvia.
Tras la reanudación del choque, Nadal mostró su versión más arrolladora, contundente y definitiva ya que ganó cuatro juegos consecutivos para llevarse el set, el partido y el torneo romano. Alexander Zverev fue digno rival en la pista central del Foro Itálico, su solidez en todos los aspectos del juego y en todas las superficies, unida a su tremenda juventud, le auguran un futuro exitoso y prometedor. De hecho, ya es número 3 mundial y llegaba a la final de Roma encadenando 13 victorias consecutivas y el triunfo en torneos importantes como Múnich y Madrid.
Ambos son los tenistas más en forma del momento y los grandes favoritos a ganar el Grand Slam de Roland Garros. Rafa ha impuesto su reinado absolutista en Montecarlo, Barcelona y Roma. La temporada en tierra batida habría sido perfecta de no haber caído en Madrid, donde además perdió la racha de sets ganados de manera consecutiva en esta superficie después de superar el récord de McEnroe. En la capital romana también cedió sets frente a Fognini y Zverev en la final, pero ha superado encuentros difíciles como el que le enfrentó a Djokovic, demostrando que llega con garantías suficientes para defender su trono en París.
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