Villa brinda a España una
victoria épica contra Suecia

Alejandro G. Nieto.- España realizó una exhibición de coraje y confianza en su estilo de juego para doblegar a Suecia con sufrimiento, sin brillantez y con un gol en el último minuto. Los de Luis Aragonés dominaron a un rival muy limitado, aunque bien situado defensivamente. Les costó horrores hacer gol, pero lo lograron de forma épica. David Villa, en el descuento, clasificó, prácticamente, a la selección nacional para los cuartos de final.

España 2 – Suecia 1
España durmió la bola desde el comienzo. Xavi Hernández y Marcos Senna, con la ayuda de David Silva, aseguraban la posesión del esférico. Los de rojo sobaban el cuero con mimo, hasta que encontraban algún espacio por el que avanzar metros. Las caídas a la banda de Fernando Torres fueron el origen de las acometidas españolas. El Niño descentró a la defensa contraria con sus constantes movimientos y formó una fructífera sociedad con Andrés Iniesta en el costado derecho. Por ahí llegaron las ocasiones más claras para España, que rozó el gol gracias a varios desbordes del nueve.
Suecia, agazapada, buscaba sus opciones con balones largos a Zlatan Ibrahimovic y tuvo dos oportunidades. Sin embargo, el primer gol cayó del lado español. Tras el saque de un córner, Silva metió el balón al área y Torres, con la suela de la bota, desvió el balón a la red. Pero, con el gol, los suecos espabilaron y encerraron España en su área. La roja se relajó y el empate no tardó en llegar. Un despiste de Sergio Ramos permitió recibir solo en el área pequeña a Ibrahimovic, que resolvió con calidad a la media vuelta.
El combinado español intentó retomar su juego de posesión, pero no lo consiguió hasta que no volvió del descanso. Suecia, ya sin Ibrahimovic -que, con molestias, se quedó en el banquillo-, se cerró en su campo. España movía y movía el esférico, pero apenas avanzaba. Aragonés se percató y agotó los cambios, pues Carles Puyol se había retirado lesionado en la primera mitad. Así, entraron Cesc Fábregas y Santiago Cazorla, y España fue otra.
Los españoles aumentaron el ritmo, circularon la pelota con más velocidad -aunque con cierta precipitación e imprecisiones- y con más apoyos de los delanteros. Y así, tuvieron oportunidades para recuperar el dominio en el marcador. Torres y Villa, sin embargo, anduvieron en el remate. Sin Xavi ni Iniesta, Cesc se convirtió en el cerebro de la selección y de su mano España jugó con la serenidad y la determinación necesarias. Suecia, sin Ibrahimovic, renunció por completo al ataque y los de Aragonés se hicieron dueños del partido.
España no renegó nunca de su estilo de juego. Intentó llegar a la portería contraria con toque, con tranquilidad y buscando pases en profundidad. Pero la maraña defensiva de los suecos no ofrecía ningún hueco. Por el centro, Torres y Villa sucumbían ante los defensores rivales, que siempre se adelantaban. Y en las bandas, Silva y Cazorla, éste algo desubicado, no encontraban pasillos. Con todo, la voluntad era enorme y España pudo gozar de un par de remates claros. Infructuosos ambos, pues Torres y Senna se toparon con el portero Andreas Isaksson.
El partido se moría, pero España peleaba con uñas y dientes. Y así, el premio llegó cuando ya no se esperaba, en pleno descuento: un despeje de Joan Capdevila en el lateral zurdo le llegó a Villa, que acertó a deshacerse de su defensor, Peter Hansson y cruzar a la red ante la salida desesperada de Isaksson para certificar la victoria. Con la victoria de Rusia y la eliminación de Grecia, España ya está en cuartos de final y espera un rival que saldrá del grupo de la muerte, en el que Rumania, Francia e Italia aún optan a la segunda plaza de grupo.
Goles: Torres (15’), Ibrahimovic (34’) y Villa (90’)