En Stresa, un pequeño pueblo de la Región de los Lagos, al norte de Italia, ha nacido uno de los festivales más originales de Europa. No es un festival de cine, ni es un festival de libros, sino que es un encuentro entre las imágenes y las palabras, un análisis entre las relaciones de la literatura con la cinematografía. Es el Grinzane Cinema Festival, que este año tuvo lugar entre el 13 y el 16 de octubre.
El Grinzane Cinema está organizado por la Fundación Grinzane Cavour , cuyo trabajo se centra, esencialmente, en acercar la literatura a los más jóvenes. Y una forma de llegar a este público en la era audiovisual que atravesamos,
Vista general del Lago Mayor con sus islas
es mostrar la relación entre los largometrajes y los libros, ya sea a través de novelas llevadas a la gran pantalla o de obras literarias analizando la figura de algún cineasta, por ejemplo. Por eso, podemos decir que es uno de los festivales más originales de Europa, por su enfoque novedoso. Es, además, uno de los más jóvenes, ya que la edición de este año ha sido su segunda convocatoria.
Stresa, la sede del festival, es un pueblo turístico situado en la orilla del Lago Mayor, en el Piamonte, Italia. Allí se crea un microclima especial en el que conviven grandes hoteles de lujo con sencillas casas típicas italianas, lo que le convierte en un lugar ideal para acoger un festival como el Grinzane Cinema. Frente al pueblo hay tres islas, Isola Bella, Isola Madre y la Isola dei Pescatori, que añaden una imagen bucólica a esta zona. Las dos primeras de esas islas son privadas, propiedad de la familia Borromeo, y la otra acoge un pueblo de pescadores en la que abundan los gatos.
Sesiones
Con semejante escenario, no parece extraño que la gente se acerque al festival, ya sea para asistir a las proyecciones o para escuchar las ponencias en las que se explica el proceso por el que las palabras se transforman en imágenes, lema del festival.
Exterior del Palacio de Congresos donde se celebró el Festival
En el Grinzane, además, destaca el gran número de gente joven, como joven es el encuentro, lo que le da un carácter animado y en el que se respira mucha curiosidad. Muchas fueron las personas participantes, pese a que varios de los días que duró el Festival la lluvia fue un asistente más.
Las salas Lynch, Kubrik, Kusturica o Moniceli del Palacio de Congresos de Stresa, acogieron sesiones como “La novela vaga contra la ciencia ficción”, “Edgar Allan Poe y el cine”, “El Espacio, la última frontera; la Epopeya de Star Trek” o “El cuerpo escrito y el cuerpo encarnado”, donde nombres conocidos del cine y la literatura italianas exponían su parecer en las diversas relaciones entre ambas disciplinas. Especial interés tuvieron los encuentros sobre el cine extranjero, por lo desconocido que puede ser. En este sentido destacó “Cine y literatura en Cuba”, donde se constató la influencia del neorrealismo italiano a través de las ponencias de Arturo Arango, Senel Paz, Rufo Caballero y Gerardo Chijona.
La actividad y participación en el Festival fue muy alta
España también estuvo presente en el festival en el encuentro “La Guerra Civil en España, Historia e historias”, que contó con la presencia de Luis Sepúlveda (que, además, era miembro del jurado), Javier Cercas y David Trueba, quienes reflexionaron sobre el encontronazo ideológico de la guerra en España, cómo en ese contexto previo a la Segunda Guerra Mundial era aún posible la supervivencia y cómo reacciona el ser humano en estas situaciones límite. Esta ponencia estuvo acompañada de la proyección de la película Soldados de Salamina, de David Trueba sobre una novela de Javier Cercas.
Premios
El sábado 15 de octubre fue la entrega de los premios del Grinzane. Se entregaron tres categorías: al mejor libro inspirador de una película, al mejor largometraje y un premio honorario patrocinado por una popular bebida alcohólica italiana. El primero de esos reconocimientos recayó en el director y escritor vietnamita Daj Sijie, autor de la novela Balzac e la piccola sarta cinese y director de la película homónima, que se proyectó en el Palazzo dei Congressi de Stresa.
Gianni Amelio, Premio a la mejor película junto a la actriz Charlotte Rampling
El premio a la mejor película fue para la producción italiana titulada Le chiavi di casa (Las llaves de casa), dirigida por Gianni Amelio. Gianni, el protagonista, en su viaje en tren a Berlín, conocerá una felicidad inesperada y frágil gracias a un joven que se encuentra en su camino. El Premio Especial Martini & Rossi fua a parar a Claudino G. Fava por su trayectoria profesional en el campo de la crítica cultural. Es una figura muy conocida en Italia y en el discurso en la ceremonia hizo gala de un formidable sentido del humor que alegró a los presentes con su piccola lezione, como lo definió al terminar.
El acto tuvo lugar en una de las salas del palacio que la familia Borromeo posee en Isola Bella, una de las tres que se encuentra frente a las costas de Stresa. Es la primera vez que los príncipes Borromeo prestan este palacio para realizar
Cena de gala tras la entre de premios
un acto público de estas características, ya que, aunque el edificio es accesible al público, la familia suele vivir en varias dependencias durante los meses de verano.
Tras la entrega de los premios, los galardonados acudieron a una cena de gala en el Gran Hotel de las Islas Borromeo, en la que también estuvo presente La Semana.es y en la que se disfrutó de un agradable ambiente hasta la una de la madrugada, cuando los invitados comenzaron a vaciar el salón.