Año nuevo, vida nueva. O no. Porque hay veces que la ropa interior de color rojo, el anillo de oro en la copa de champán o las velas de colores encendidas no son suficientes. Aunque concentres toda tu suerte a ellas, si la acción no le acompaña, el año nuevo empieza igual. Fracaso. Otra cuesta más, junto a “la de Enero”, que habrá que subir con algún que otro kilo más, con disgusto y frustración. Casi, casi como el Barça.
El comienzo del 2017 empieza atragantado para el F.C. Barcelona. Más allá de acusaciones, denuncias y teatrillos varios, retoma el segundo tramo de la competición con más comidilla fuera del campo que dentro de él. 2-1 contra el Athletic de Bilbao y 1-1 contra el Villarreal como primer plato. ¡Que vuelvan a sonar las campanadas! –Pensó más de uno. ¡Que se marche ya el 2016! Pero gracias al 3-1 en el partido de vuelta de la Copa del Rey le permitió tragar las uvas en un arranque de lo más intenso.
Pero por si no era poco resistir a dos partidos caóticos, con su polémica historia detrás, bajó el cuarto carillón: la Gala The Best FIFA Awards y la ausencia de los jugadores galardonados del Barça. Y aquí es donde se concentra la gravedad del comienzo de año para el Barcelona. Un error de manual en el que, aunque intentó justificar con la preparación del partido de vuelta de Copa, la imagen queda igualmente dañada. Al perder su representación aquel día, perdió una de las patas que la mantienen en pie.
Adiós estabilidad. Nueva fuga en una de las áreas más importantes para las entidades deportivas, las relaciones públicas. Subordinada al marketing y según su traducción literal, es la ciencia encargada de construir, administrar y mantener la imagen positiva de una marca o entidad. En definitiva, es la que gestiona la imagen corporativa. Es aquí la fuga. Porque si éstas quedan subordinadas al marketing y, por tanto, a la lógica comercial, ¿cómo entendemos la ausencia de los jugadores galardonados del Barça el otro día?
Este “plantón” es lo más difícil de digerir ahora. Porque aunque asistieron algunos de sus directivos, la representación en la gala quedó coja. Una cita en la que el máximo rival volvería a brillar. Demasiadas cuestas en enero, pensarían. Y es así, pensando esto, cuando encajan las acciones. Al menos, desde esta perspectiva: la estrategia del “dar de qué hablar”. Porque la gala, 100% blanca, cogió tono azulgrana. Y el “The Best“ de Cristiano no fue tan noticia como esta ausencia. ¿Estrategia positiva?
M. Elena Martínez Quesada
Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual
Especializada en Periodismo Deportivo (IESPORT)
Máster en Marketing Deportivo y Máster en Gabinetes de Comunicación (UCM)
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