Vivir pegado al reloj, estresa. Hablar de él es traer a la mente la viva imagen de unos rudos hombres de gris, engominados, controladores de la vida y del tiempo. Empresarios trajeados sin miramientos, pendientes de lo más valioso que estos días también está siendo para el mundo del fútbol: el tiempo. Horas, minutos y segundos que han sido los culpables (por no buscar más) del fallido fichaje del jugador del Manchester United, David De Gea. Un caso que, más allá del fiasco deportivo, traspasa las fronteras del marketing.
Todo pasa en cuestión de horas. Fichajes y traspasos incluidos. Por ello, vivir pegados al reloj se hace más que necesario en estos momentos. ¡Qué le habrá pasado a Florentino para pasar de ser uno de esos grises empresarios a que le saquen todos los colores! Porque, en cuestión de horas, se ha dañado toda una imagen de marca y una cuenta de resultados que, en vistas de los últimos años en blanco, hubieran servido para maquillar un poco la gestión de la entidad madridista. Primero, por contentar a la afición tras la salida de su ex capitán, Iker Casillas; y, segundo, por los derechos de imagen (y sucesión de contratos) de un futbolista que Adidas contaba las horas para presentar.
La llegada de David De Gea era, en términos monetarios, una especie de galáctico en los tiempos que corren. Español (para reforzar la marca España), como le gusta a Florentino, y entregado 100% con un club al que se había ligado hacía ya varios meses. Tan sólo faltaba lo más sencillo para hacer todos los sueños realidad. Todo el universo estaba pendiente del dilatado fichaje blanco, patrocinadores incluidos, y hasta Louis Van Gaal parecía aplacado. Hasta que (y pensándolo bien, no se sabe si intencionadamente o no) los errores infantiles se dan hasta en las mejores familias. Batacazo. De Gea sigue siendo del United.
La conclusión a todo este entramado, ridículo para muchos y estrategia para otros, hay que buscarla en el mundo del marketing. Después del novelón, el equipo inglés presenta el nuevo reloj oficial marcando las 12 en punto. ¿Un dardo envenenado para el Real Madrid? ¿Una burla? No, no seamos tan mal pensados. Es, analizándolo profesionalmente, una oportunidad de dar a conocer y explotar un producto (eso sí, sin respetar mucho la moral). Nadie, por muy recóndito que sea el lugar, se ha mantenido al margen del "fichaje del verano", y nadie pasará por alto echar un vistazo, hablar y "viralizar" el reloj.
M. Elena Martínez Quesada
Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual
Especializada en Periodismo Deportivo (IESPORT)
Máster en Marketing Deportivo y Máster en Gabinetes de Comunicación (UCM)
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