El experimentado narrador español, Javier Tomeo, recrea una vez más un mundo paralelo en el que los monstruos cobran vida y se convierten en una auténtica realidad para el lector.Constructores de monstruos es el título elegido para presentar su último trabajo, como casi siempre, plagado del surrealismo y la particular imaginación de su autor.
Esta novela cuenta la historia de dos constructores de monstruos, un diálogo de dos que se desarrolla en una realidad paralela y en la que el lector no echará de menos el humor más que negro y goyesco del escritor. Como suele ocurrir, no faltará un tercero en discordia, el insondable sirviente, que proporcione dinamismo a la lectura y, muy posiblemente, a la escena que dentro de un tiempo será representada, como ya se ha hecho con gran parte de las obras de Javier Tomeo.
Aunque la mayoría de sus publicaciones han sido calificadas como lecturas minoritarias, lo cierto es que detrás de su sorprendente estilo, es capaz de enganchar a cualquier tipo de lector abierto a lecturas diferentes. En Constructores de monstruos, el lector podrá disfrutar de las influencias surrealistas de Buñuel, y el reflejo de otros muchos como Kafka o Poe, gracias a dos prometeos que aspiran a crear una nueva vida a través de la materia muerta”.
Y si hay algo que no falta en la obra de Tomeo es el humor que el propio autor considera fundamental. “El humor provoca la sonrisa en el lector, y la sonrisa es, siempre, el lenguaje de las personas inteligentes”, afirmaba.
Alejado de los reconocimientos y las grandes promociones, Javier Tomeo, califica de politiqueo su nominación al premio Nobel de Literatura. El creador de los “gallitigres” prefiere dedicarse a sus novelas sin pensar en los aplausos, incluso sin pensar en los lectores, como él mismo afirma. Sus novelas están hechas para ser interpretadas y es por ello por lo que prefiere que sean los propios lectores, bajo su experiencia, los que las acaben.
Son más de cuarenta obras las que componen la colección de Javier Tomeo, de las cuales el propio autor recomienda leer, a aquellos que decidan comenzar con su lectura, Amado monstruo, El castillo de la carta cifrada, El crimen del cine Oriente, o la predecesora de su última novela, La soledad de los pirómanos. Ahora, el autor decide recuperar a sus queridos monstruos porque según él, le permiten señalar defectos. "“A mí me sirve para intentar moralizar"”, afirma.
De nuevo el imaginario de Javier Tomeo queda al servicio de todos aquellos que quieran disfrutar de su inclasificable estilo y de unos personajes que construyen por sí mismos el hilo conductor de sus obras.
Imprimir
Enviar
Comentar