Después de tantos siglos de historia y de tantas etapas políticas, los españoles seguimos sin saber convivir pacíficamente, sin alentar odios ni rivalidades. El libro del periodista Javier Montilla Los Muros de Cataluña reflexiona sobre este tipo de emociones tóxicas, y, sobre todo, advierte del terrible proceso de descomposición en el que se está sumergiendo el país a causa de los nacionalismos.
Montilla defiende que su obra es en relidad una carta de amor a su tierra enferma, a esa Cataluña gobernada por demagogos de mentes cerradas. Los reproches a estos políticos son duros, el libro describe los métodos de adoctrinamiento y la falta de carácter que comparten estos líderes de la mentira. Aunque tal vez la comparación con el sistema soviético sea algo excesivo, pues el autor peca constantemente de dejarse llevar por su resentimiento haciendo una descripción muy parcial de las políticas separatistas.
No obstante, el problema es sin duda serio, y es que los casos de la limpieza lingüística del castellano o la censura en la prensa catalana hacen pensar si realmente se ha conseguido establecer una sociedad democrática o por el contrario lo que gobierna es un circo de corrupción y de un intervencionismo malsano. El asunto de la manipulación histórica también es abordado por Montilla, quien rescata cronológicamente absurdas declaraciones de los llamados padres del nacionalismo y las extrapola a las acciones y a los pensamientos de la población catalana independentista en la actualidad. Es interesante comprobar la falta de raciocinio inherente a las conclusiones de estos supuestos intelectuales.
Sin embargo, es el presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, el personaje que se lleva la peor parte en el libro. Los Muros de Cataluña retrata a Mas como un comediante victimista artífice del lavado de cerebro del pueblo catalán a base de mitos, falsedades, manipulaciones y adoctrinamiento ideológico. En algunos capítulos como el titulado El órdago independentista, el líder aparece como un instigador, un alborotador que necesita un conflicto masivo para sentirse realizado en su retorcida misión divina.
La narración del libro es, como cabe esperar, más periodística que literaria y bien podría considerarse como una extensa crónica política. El escritor/redactor bombardea al lector con datos y ejemplificaciones recojidos de artículos e informes que refuerzan su mensaje de precaución, la llamada de atención de un peligro creciente.
Javier Montilla nació en Barcelona en 1977. Trabaja como periodista en medios de comunicación como Diario Siglo XXI, Diálogo Libre o en el Grupo Intereconomía. Su especialidad es el análisis y la crítica de la prensa nacionalista. Es a su vez el autor de varios libros polémicos, ya que como escritor le gusta tocar temas polémicos como la tauromaquia o la homosexualidad. Entre sus títulos más vendidos destacan El Corazón de la Tortura, La sociedad arco iris, Alhayat o No sólo duelen los golpes.
En el año 2011 recibió el Premio FEDAN de periodismo por su elogiable trabajo a favor de las libertades individuales, las víctimas del terrorismo y los derechos de los animales.
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