En un partido emocionante, San Antonio logró lo que solo ellos parecen capaces de hacer esta temporada, derrotar a los Warriors por 87-79. La gran defensa texana, liderada por Kawhi Leonard y Danny Green, sumada a la peor noche de Curry en la temporada, decantaron el duelo para los locales, que siguen invictos en casa y amenazan el trono de Golden State.
Si alguien podía parar a los Warriors, ese era Popovich. El entrenador de San Antonio centró su juego en la defensa y desarmó a los de Steve Kerr, que cayeron por 87-79. El denominado “partido del siglo” fue un encuentro igualado, donde la victoria se decantó para los texanos gracias a secar al mejor jugador de la liga, Stephen Curry.
Y es que la estrella de Golden State no tuvo su noche. A su 1 de 12 en triples (0 de 6 al descanso, pero que le permite aumentar el récord de más partidos consecutivos anotando al menos uno), se le unió la gran defensa de Danny Green, quien logró lo que nadie en la liga había hecho hasta entonces: taponar un intento de tres de Curry. Con todo, ‘Sir Stephen’ fue el mejor de los suyos, con permiso de Draymond Green, con 14 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, aunque muy lejos de sus guarismos habituales.
Pop cambió su táctica tras la derrota de su anterior enfrentamiento y exprimió a sus titulares, haciéndoles jugar más de media hora y recortando las rotaciones habituales del entrenador Spurs. Tim Duncan, gran ausente del anterior duelo, fue suplente por tercera vez en su carrera y solo jugó 8 minutos, para lograr un único punto. Pero dio igual, ya que su rol lo adoptó a la perfección LaMarcus Aldridge, quien con 26 puntos y 13 rebotes se convirtió en la estrella anotadora de San Antonio.
Si Aldridge encabezó el ataque Spurs, Leonard no se le quedó atrás en el sistema defensivo. 18 puntos y 14 rebotes, a los que sumó 4 asistencias y 2 tapones, con una gran incidencia en el partido que dejó secos a los Warriors. Con el juego interior controlado (las bajas de Bogut, Ezeli e Iguodala dejaron la zona de los de San Francisco hecha un solar), la superioridad en el rebote y el acierto de la segunda unidad, dirigida por Ginóbili y sus tres triples, el partido se dirigió hacia donde quiso Popovich: poca anotación y defensa intensa. Demasiado para los campeones.
Comenzó en el encuentro con igualdad, con Diaw martilleando a los Warriors y Curry tardando en anotar cinco minutos. Livingston dejaba el primer cuarto con un marcador favorable a los de Kerr, pero Aldridge y Leonard empezaron a encestar sin piedad y dieron una ventaja de 43-37 al descanso para los locales.
Draymond Green resurgió en la segunda parte, quedándose muy cerca de un nuevo triple-doble, y Curry lograba con su único triple anotado igualar el duelo a 55 (aunque antes había transformado tres tiros libres de una falta mientras intentaba un lanzamiento lejano), volviendo a encestar para unas nuevas tablas a final del tercer cuarto.
En el último periodo los Warriors parecían reaccionar, pero cada canasta visitante era respondida por los de Popovich, hasta que Aldridge y Diaw dejaron patente su superioridad en la pintura. Con Danny Green anotando para poner la guinda a su excelente partido defensivo, los de Kerr no encontraron las energías necesarias para derrocar a los de Texas, y el encuentro acabó con victoria local por 87-79.
Partido de cifras y récords entre los mejores de la NBA
Todo lo que rodea a un Spurs-Warriors es especial, y los datos así lo dicen. La imbatibilidad en casa de los de San Antonio continúa (tampoco han perdido como locales en lo que va de campaña Golden State), y no solo eso, además los de Kerr no han ganado en el AT&T Center desde el 17 de febrero de 1997, lo que hace un total de 33 partidos consecutivos cayendo como visitante en la cancha de San Antonio. La segunda peor racha después de la de los Knicks frente a los Lakers durante las temporadas comprendidas entre 1975 y 1992.
Otro dato destacado es que los Warriors se quedaron por debajo de los 80 puntos dos años después, lo que supone 183 partidos desde su derrota en Charlotte. Además, los de Oakland sumaron su sexto partido por debajo de los 100 puntos en la temporada (su media es la más alta de la liga, 115,9 puntos por partido, 36,9 más que en este partido), de los cuales solo ha ganado uno.
Los de Popovich aprietan en la clasificación. Con sus 59-10, se quedan a tres encuentro de los 62-7 de los de La Bahía, y ambos siguen aspirando a batir la mejor marca de la historia, en posesión de los Bulls de Jordan, 72-10. La derrota de Golden State es la primera de la temporada ante un top-10, lo que deja este balance en 19-1 para los de Curry. Quedan pendientes otros dos encuentros entre ambas franquicias en la Regular Season, y ambas pueden firmar la primera temporada de la historia invictos como locales. Con todos estos números, los próximos dos enfrentamientos entre ambos se plantean apasionantes.
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