Llegó la segunda medalla de Mireia Belmonte en este Mundial de Natación de Barcelona 2013. Tras el bronce en 200 estilos y una más que meritoria cuarta plaza en los 1.400m, la nadadora badalonesa regala otro metal al medallero español en 200m mariposa. Esta vez, una plata que hasta el último segundo tenía tinte dorado, pero que finalmente le acabó arrebatando la china Zige Liu. Una pena, pero con dulce sabor.
Justo un año después de aquel 1 de Agosto de 2012, Mireia lo ha vuelto a conseguir. La misma gesta que en aquella idéntica final en 200m mariposa de unos inolvidables JJOO de Londres 2012 para la nadadora española. La misma alegría. Pero esta vez en casa, donde los triunfos saben mejor. Gloriosa y batiendo el récord de España, rozó el oro con un tiempo de 2.04.78 en una carrera por el mismo de principio a fin. Salió enchufadísima, controlando la final y amedrentando a sus rivales. Pletórica.
Peleó con uñas y dientes una competición que le gusta, un estilo en el que sobresale. Y para no cambiar su suerte de Londres 2012, volvió a lanzarse a la piscina a por todas. Rapidísimo, pero con control. Volvió a estar en cabeza peleando por el oro como nunca, con aspiraciones más que suficientes y con fuerza de sobra. Pero al igual que sucedió hace exactamente un año, y para no cambiar demasiado el devenir de la Historia, volvió a quedarse a las puertas del metal preciado.
Tan sólo 19 décimas la separaron de la china Zige Liu, que volvió a hacerse con la pretendida medalla de oro (2.04.59). Por muy poco le arrebató el metal a la española, que apretó aún más en los últimos 50 metros y sólo pudo dejar atrás a la húngara Katinka Hosszu (2.05.59), que tuvo que conformarse con el bronce. Un podio en el que, finalmente, Mireia sólo pudo subirse al segundo cajón. Como ya lo hizo en Londres. Pero, esta vez, con la sensación de haber podido amarrar el oro.
Ovacionada por su público en un Palau que coreó su nombre al unísono, Mireia recogió la décima medalla para la delegación española. Con cara de pena por lo poco a lo que estuvo de encabezar la final, pero aún así contenta, celebraba no sólo su segundo metal, sino también su cuarta final en un Mundial. Algo que hasta ahora ningún nadador español ha podido conseguir. Una gesta propia de Mireia, un triunfo que vuelve a engrosar el medallero con otra plata para España.
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