Actores: Michael Parks, Justin Long, Haley Joel Osment, , Génesis Rodríguez
Género: Terror
Duración: 102 minutos
País: Estados Unidos
Año: XXII
Tusk cuenta la historia de Wallace Bryton, (Justin Long), un intrépido periodista ávido de curiosidad que dedica gran parte de su tiempo a publicar historias macabras sacadas de las entrevistas más rocambolescas y paranormales. Sin embargo, el que cree será el giro más rotundo de su carrera de rarezas, llega cuando conoce al Sr. Howe (Michael Parks), un individuo más extravagante de lo que está acostumbrado a ver que le secuestra y le desvela su desquiciante obsesión por las morsas, una obsesión que puede llegar a ser realmente muy peligrosa…
A priori, y teniendo en cuenta el argumento, no parece que esta vez el director del filme, Kevin Smith, quiera que le tomen demasiado en serio. No obstante, poco a poco se va descubriendo que cada paso dado está claramente planeado por el cineasta, quien no busca otra cosa que la confusión del espectador, alguien que tras ver el filme se queda literalmente sin saber que pensar.
La apuesta es altamente arriesgada, así como original y rompedora. Lo más común es encontrar películas centradas en un solo género predominante, sin embargo aquí se dan cita a partes casi iguales el horror y el humor y el resultado es un hibrido tan extraño como las intenciones de Smith. Una trama truculenta que nunca llega a inquietar realmente y unos golpes de humor que no terminan de resultar todo lo graciosos que deberían, aunque si son chocantes al máximo.
Si hay algún objetivo conseguido de pleno ese es el de llamar la atención y muchas veces es mejor que el público hable de un largometraje, aunque sea mal, a que ni siquiera lo mencione. Pero lo realmente curioso es que la cinta tampoco puede calificarse como mala, más bien la palabra ideal es peculiar. Con ese tinte de humor negro sumamente grosero y despreocupado que destila y con esa forma de inquietar sin crear inquietud real. Ahí está el éxito, en la forma de manejar al receptor a cada momento, en poder mantener su desconcierto latente. Casi como una especie de Tim Burton primerizo con su Beetlejuice ente lo repulsivo, siniestro y simpático…
Esa es la honda que se respira en este proyecto, pero cuidado, puede parecer excesivo. Se ubica justo en la frontera entre algo brutalmente ingenioso o una cinta más malamente desperdiciada. Sin embargo hacía tiempo que en el cine no aparecía de forma obvia una película con una doble faz tan acentuada como esta.
Las interpretaciones, dese luego, no son lo más reseñable. Si bien en algunos momentos Parks consigue brillar, estos son los menos y el papel protagonista no termina de ser del todo creíble, mucho menos la interprete femenina, Génesis Rodríguez, que se pierde a medio camino ente sus trabajos ligeros para la televisión y algunos papeles cómicos en la gran pantalla que la hacen sentirse algo incomoda en un roll tan camaleónico como el que debe asumir.
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