Pudo ser, pero al final no. Aunque a seis minutos del final todo parecía irle a favor, la selección española de balonmano femenino no pudo vencer a Francia. Finalmente, gol de Pineau a escasos cuatro segundos, empate a 18 y un agridulce sabor de boca para las guerreras olímpicas, que aunque no consiguieron ganar, sí que mantienen intactas sus opciones de pase y demuestran estar a la altura de las mejores del mundo.
Con la lección aprendida y presentando una mejorada versión, el combinado español comenzó el encuentro arrasando. Después del fiasco en su debut ante una excepcional Corea del Sur, España supo plantar cara a una Francia incómoda, a una subcampeona del mundo que no mordía con la intensidad con la que se la conoce y que no encontraba modo de superar a las españolas. Aunque comenzó anotando el primer tanto el encuentro, pronto se vio amenazada por la superioridad española.
Precisas en ataque y defendiendo con agresividad, las chicas de Jorge Dueñas llevaron la delantera en la totalidad de la primera parte. Esta vez, las cosas pintaban mejor para las españolas, a quienes tan sólo les hizo falta cinco minutos para encontrarse con ellas mismas y poder abrir el marcador. A partir de ese primer tanto, España estuvo enchufadísima en las recuperaciones y en la contra, aplacando toda intentona francesa y haciendo desaparecer a un conjunto galo noqueado.
Una brillante actuación en el primer tiempo hacía olvidar el mal sabor de boca que había dejado el ya lejano primer partido del torneo olímpico, una derrota que dolió y que complicaba el pase a cuartos de final. Sin embargo, las guerreras olímpicas , haciendo honor a su nombre, plantearon un buen partido y consiguieron irse al descanso 7-10 a favor. Tan sólo les faltó mayor suerte de cara a los lanzamientos de siete metros, que de haber sido acertados esa renta hubiera sido muy superior.
En la reanudación, el equipo español siguió sin bajar la guardia y el partido continuó siendo suyo. Idéntico al primero, el segundo tiempo estuvo controlado, casi en su totalidad, por las chicas de Dueñas, que aunque veían como Francia acortaba distancias en el marcador, seguían el mismo rumbo del comienzo. Y, así, por delante del luminoso hasta bien entrado el minuto 24, España superaba con contundencia a una Francia mermada, pero que comenzaba a reaccionar.
Entonces, el combinado galo sacó las garras de campeón y, aunque tarde, comenzó una embestida que por poco fusila al conjunto español. Amenazó paulatinamente y a casi cinco minutos del final consiguió empatar a una España que, aunque no bajó los brazos, era castigada injustamente tras haber mantenido el dominio la mayor parte del encuentro. Después de una superioridad constante, las cosas se complicaban para el balonmano femenino. 16-16 en el marcador y todo por decidir.
El consiguiente paradón de Silvia Navarro y el tanto de Marta Mangué a un minuto del final, hacían saltar el Copper Box de alegría. Francia, un hueso duro de roer, la subcampeona mundial, parecía sucumbir a la fuerza española, pero todavía quedaban cinco infernales segundos. Y, en ellos, la victoria española se esfumó de un plumazo. Un nuevo empate del conjunto galo sí que fue definitivo y el encuentro finalizó en tablas, 18 iguales en el marcador. Sin duda, un empate agridulce.
España 
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