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IRAQ

Asesinan al presidente del Consejo de Gobierno iraquí mediante un coche bomba

Fotografía
Por Chema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional23-05-2004

Ezedín Salim, presidente de turno del Consejo de Gobierno transitorio iraquí, fue una de las diez víctimas mortales del atentado con coche bomba que tuvo lugar el domingo 16 en el cuartel general de la coalición situado en Bagdad. En el ataque otro de los miembros del Ejecutivo resultó herido grave.

El mandatario asesinado, era de confesión chií y dirigía del Movimiento Islámico Al Dawa en Basora. Días antes del atentado, había vertido duras críticas contra el clérigo radical chií Muqtada al Sadr, cuyos partidarios protagonizan un levantamiento armado en todo el sur del país desde hace varias semanas. El suní Ghazi Mishal al Yawer fue elegido como nuevo presidente tras la muerte de Salim. Al Yawer, jefe de una conocida tribu árabe, es uno de los cinco musulmanes suníes que forman parte del Consejo. Decenas de personalidades políticas y religiosas en Iraq, encabezados por el Administrador Civil, el estadounidense Paul Bremer, y el enviado especial de la ONU para este país, Lajdar Brahimi, acudieron a los funerales, celebrados en la sede del Consejo de Gobierno. Fuentes militares estadounidenses, señalaron que el magnicidio acción lleva la "firma" del jordano Abu Mussab al-Zarqaui, miembro de Al Qaeda. El asesinato de Ezedín Salim a manos de los insurgentes iraquíes, es el segundo que se produce en el Consejo de Gobierno después de que el pasado mes de septiembre muriera tiroteada Aquila Hashmi, una de las dos mujeres miembros del Ejecutivo hasta ese momento. El presidente EE.UU., George W. Bush, se comprometió tras conocer la noticia, a mantener la fecha del 30 de junio como la señalada para transferir el poder a los iraquíes. El mandatario estadounidense, presentó sus condolencias a la familia de dirigente asesinado, al que calificó como “un hombre valiente”. Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, lamentó el crimen y se mostró esperanzado de que el suceso no obstaculicen los esfuerzos por estabilizar el país. El asesinato de Salim no fue el único acto de violencia perpetrado en Iraq durante la semana pasada. Cinco policías y una viandante murieron en Bagdad en un atentado suicida perpetrado contra la casa de un alto funcionario del Minsterio de Interior. Asimismo, otros 20 iraquíes fallecieron y 54 resultaron heridos en enfrentamientos en una mezquita entre el Ejército estadounidense y partidarios del clérigo chií Al Sadr en la ciudad de Kufa, bastión de estos últimos. Precisamente, tropas de EE.UU. detuvieron a uno de los más cercanos colaboradores del Al Sadr cuando acababa de salir de la mezquita de esta ciudad, en la que su jefe había pronunciado un sermón. Finalmente, policías iraquíes, apoyados por soldados norteamericanos, registraron el domicilio y las oficinas de Ahmed Chalabi, miembro del Consejo de Gobierno, y considerado como el “hombre del Pentágono” en el país árabe. Éste, pidió a Bush que “deje libre” a Iraq tras conocer lo sucedido.