PROSTITUCIÓN
Las prostitutas de Andalucía quieren regularizar su situación laboral
Por Sandra Carretero
2 min
Sociedad16-01-2004
Discriminadas, humilladas, perseguidas, en situación irregular, engañadas y, en muchos casos, explotadas. Esta es la situación en la que se encuentran las prostitutas en España. El oficio más viejo del mundo vuelve a estar de actualidad después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía haya obligado al propietario del club de alterne de Córdoba a dar de alta en la Seguridad Social a doce mujeres que trabajaban allí como prostitutas.
La sentencia tiene difícil aplicación porque sólo es aplicable al día en que la Inspección de Trabajo levantó acta, el 27 de septiembre del 2001. Además, ninguna de las chicas sigue trabajando en ese establecimiento. Otra pega es que en la Seguridad Social no existe un epígrafe en el que se pueda encuadrar la actividad de estas mujeres. El TSJA confirmó el alta como "camareras de alterne", apartado que no se contempla ni en el régimen general ni en ningún otro capítulo laboral. Este término no ha sentado bien entre el colectivo de prostitutas, que están cansadas de que encubran así su trabajo para hacerlas contratos y no se las llame por su verdadera profesión: "trabajadoras del sexo". La presidenta de la Asociación Andaluza de Mujeres que ejercen la Prostitución, María José Barrera, expresó su satisfacción por la sentencia que condena al club de alterne de Córdoba a dar de alta a doce de sus prostitutas. Pero añadió que se trata de un "arma de doble filo" porque "el empresario las puede obligar a prestar servicios que no desean" y añadió que "nosotras lo que queremos es que nos regularicen, que no tapen nuestro trabajo como de hostelería sino como prostitutas y trabajadoras del sexo". La Federación de Mujeres Progresistas calificó la sentencia del tribunal andaluz de "pequeño progreso", aunque rechaza también que se califique a las afectadas de camareras y exige "que se regule su trabajo como prostitutas, se redacte un contrato de trabajo con cláusulas y se las dé de alta en la Seguridad Social". En el otro lado de la discordia se encuentra la Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (Anela). Ellos se manifiestan en contra de la sentencia y pretenden que la prostitución sea regulada como un servicio de ocio más, con todas las obligaciones y derechos pero se niegan a contratar a las trabajadoras o a los trabajadores del sexo. Quieren que inscriban en la Seguridad Social como autónomos. Si el Gobierno decide regular la prostitución y otorgar a quienes la practican la posibilidad de inscribirse como trabajadores autónomos, Anela cree que tratarían a esas personas "como cualquier otra sociedad mercantil”.