PARÍS-DAKAR
Peterhansel, el más grande de la historia
Por Miguel Venegas
2 min
Deportes18-01-2004
Stéphane Peterhansel ha conseguido entrar en la historia del Dakar, a la altura de los más grandes campeones. Tras sus seis títulos de motos, el galo ha conseguido alcanzar la gloria en coches, un privilegio que sólo había conseguido Hubert Auriol, tras más de diez años sobre las dunas.
Si hay un nombre bien conocido por los parajes desérticos es el del piloto francés Stéphane Peterhansel. Un nombre que suena a Dakar, a campeón, que siempre hasta ahora había sonado a moto, y que sin embargo ahora sigue exhibiendo su clase al volante de un Mitsubishi. A sus 39 años Peterhansel lo ha ganado todo en las arenas del desierto. Seis títulos de motos y el ahora conseguido de coches avalan una carrera de más de diez años de rallie Dakar al más alto nivel. El piloto francés llegó al Dakar buscando la aventura que no se encuentra en ningún otro raid del mundo. Antes de cumplir los 30 ya era campeón con su moto, y año tras año, impedía al español Jordi Arcarons conseguir lo que éste se merecía. Seis veces pisó las playas de la capital senegalesa contemplando el reflejo del Lago Rosa como campeón del Dakar. Pero la ambición le hizo cambiar el rumbo de su intachable carrera como piloto, y en 1999 decidió cambiar su moto por un asiento más confortable. Su progresión lo llevó en 2003 a los mandos de un Mitsubishi oficial. En su primer asedio a la categoría de coches el francés tuvo el triunfo en la mano, pero las dunas rara vez entregan la gloria a la primera. Peterhansel volvió a casa tras quedarse tirado en la penúltima etapa y comenzó a preparar su segunda aventura sobre cuatro ruedas. Esta edición llegó para ascender al piloto francés a la altura de los más grandes. La fortuna se alió una vez más con él y se mantuvo alejado de los problemas mecánicos que sufrieron sus adversarios, como su compañero de equipo Hiroshi Masuoka. Incluso su transmisión amagó con dejarle fuera de la carrera, pero Peterhansel contaba con esa suerte que sólo los grandes campeones consiguen sacar cuando más lo necesitan. El francés corrió como siempre había hecho, con la maestría y la experiencia de los más grandes, y acabó sentenciando la carrera antes de lo que él mismo podía imaginar. El galo pasea por Dakar su nuevo título de campeón, el séptimo. El Sahara se rinde a los pies de quien lo ha ganado todo en la mayor aventura del mundo del motor.