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FÓRMULA 1

Michael Schumacher ya es el más grande de la historia

Por Pedro Luis MeleroTiempo de lectura3 min
Deportes12-10-2003

El piloto alemán de Ferrari ganó su sexto título mundial con más emoción de la prevista. En el Gran Premio de Japón, última prueba del Mundial, el káiser pasó por momentos difíciles pero volvió a demostrar por qué es el mejor. Acabó octavo e hizo inútiles los esfuerzos del finlandés Kimi Raikkönen, que acabó segundo. Fernando Alonso no terminó la carrera.

Sólo un punto necesitaba Michael Schumacher para conseguir su sexta corona mundial, la cuarta consecutiva, y convertirse así en el más grande la historia por delante del argentino Juan Manuel Fangio. Pero el alemán se vio perjudicado por la lluvia en los entrenamientos y arrancaba en la séptima línea de parrilla. Para desesperación de Ferrari, las cosas no comenzaron bien tras apagarse el semáforo, sobre todo por el toque de Schumi con el japonés Takuma Sato, sustituto de Jacques Villeneuve en BAR, al tener que cambiar el el alerón delantero de su monoplaza en las primeras vueltas. Más difícil todavía, el káiser salía a la pista en última posición y lo que se antojaba un paseo triunfal se convertía en un nuevo reto. Pero lo superó con nota, aunque no sin sobresaltos. Un pique con su hermano Ralf, que se lo comió en una frenada, casi lo deja fuera. Por si fuera poco, durante algunas vueltas Raikkonen, en cabeza de carrera, era el virtual campeón del mundo, en tanto el brasileño Rubens Barrichello, que fue el más rápido en los entrenamientos, le intentaba dar caza. Con el paso de las vueltas, el frío Iceman veía como el ogro despertaba. Además, su coche sufría problemas y perdía tiempo con respecto a Rubinho, que lo rebasabo. Segundo el finlandés, y con Schumacher más cerca de los puntos, las esperanzas de Raikkönen se desvanecían, y desaparecieron cuando el alemán se afianzó en la octava plaza tras una espectacular remontada. Schumacher no quería especulaciones y conseguía el punto que le aseguraba su sexto título. A su paso por línea de meta, todo el público de Suzuka rendía pleitesía al mejor piloto de todos los tiempos por su palmarés. Fernando Alonso, que partía en Japón de nuevo con el peor motor de Renault por decisión del director, Flavio Briatore, no acabó la carrera y se vio obligado a abandonar en el primer tercio de la carrera, cuando era segundo y aspiraba a la victoria. El asturiano desahogó su impotencia contra una valla publicitaria. La lluvia, presente en los entrenamientos, deparó una carrera extraña y algunos pilotos no habituales, como el japonés Sato y el brasileño Cristiano Da Matta (de Toyota) puntuaron. Así, el podio lo coparon Barrichello, Raikkonen y su compañero en McLaren, el escocés David Coulthard. Cuarto fue el británico Jenson Button y quinto el italiano Jarno Trulli. En la clasificación final del mundial Schumacher acabó con 93 puntos, dos más que Raikkonen. El colombiano Juan Pablo Montoya, que perdió comba en el último tramo de campeonato, termina con 83 puntos, al abandonar en Japón. Con la victoria, Barrichello consigue la cuarta plaza, con 65 puntos, y Ralf Schumacher, con 58, baja hasta la quinta. Fernando Alonso acaba sexto, con 55 puntos. Tras una temporada dura y con los rumores de retirada de Schumacher, cuyo contrato no expira hasta 2006, Ferrari también salió victoriosa en la clasificación de constructores. El equipo del cavallino rampante sumó 158 puntos, por los 144 de Williams. McLaren se quedó a un paso del segundo puesto, con 142, mientras que Renault fue cuarta, con 88. La temporada deja a Michael Schumacher en lo más alto y a un piloto español, Fernando Alonso, entre los grandes y con un futuro más que prometedor.