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ATAQUE A IRAK

La toma de Bagdad deja a la capital iraquí sin gobierno

Fotografía
Por Salva Martínez MásTiempo de lectura1 min
Internacional13-04-2003

Tras la llegada de las tropas estadounidenses a Bagdad el pasado miércoles, los bagdadíes sólo han salido a la calle en un barrio de la capital iraquí para manifestarse contra el desaparecido dictador del país, Sadam Husein. Esa manifestación ocurrió en el barrio chií de Zaura, sin embargo, en toda la ciudad se da lo que ha venido a denunciarse por la Cruz Roja como "una tragedia y un escándalo".

La portavoz en Ginebra de esta organización denunciaba el pasado viernes la actual situación de caos que ha seguido a la invasión de la capital iraquí. Desde que se establecieran las tropas de la coalición en Bagdad no hay ley y el pillaje se ha cebado con almacenes de alimentos, tiendas de electrodomésticos, residencias presidenciales, ministerios, hospitales, e incluso el Museo Arqueológico y los camiones refrigerados donde yacen los cadáveres sin identificar. "Estamos tratando de conseguir que la policía de Bagdad vuelva a sus puestos", decía el coronel Peter Zarcone, que dirige un contingente de marines en Bagdad. La ausencia de agentes que velen por la seguridad de los bagdadíes no está siendo remplazada por las tropas ocupantes por el momento. El sargento Adrian Petruchi reconocía: "somos una fuerza de expedicionaria de combate", es por esto que cuidar por el orden en las calles no lo consideran tareas de su competencia. La calle "no es nuestro ambiente natural" decía Petruchi. Dado el imperio de ninguna ley al que no se enfrentan los soldados de la coalición, es fácil ver a iraquíes incapaces de ver la bondad de la liberación de su capital. Aunque todavía habrá que esperar al efecto de los proyectos dedicados a lanzar mensajes conciliadores a la población, es el caso de la nueva programación de la televisión iraquí. La nueva programación se inauguró con dos mensajes de los líderes estadounidense y británico, George W. Bush y Tony Blair. Sus alocuciones a cámara insistieron en que el futuro de los iraquíes está en manos de los propios iraquíes. Esto coincide con las tesis de la Liga Árabe hechas públicas el pasado jueves. Sin embargo, contraviene a la propuesta del Pentágono: el nombramiento de un procónsul estadounidense, Jay Garner.