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COYUNTURA INTERNACIONAL

Una guerra prolongada puede costarle al mundo cinco billones de dólares

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía23-03-2003

Las bombas caen sobre Bagdad, los aviones invaden el norte desde Turquía, y Kuwait es el puente tendido desde el sur para acabar con el régimen de Sadam Hussein. Pero todo esto tiene un precio, también para Europa y para los países que no participan directamente en la guerra.

De momento, el conflicto ya ha desatado el miedo entre los turistas de Semana Santa. Un seis por ciento de los españoles que planeaban viajar al extranjero ya no lo hará, y los cruceros han visto cómo un 20 por ciento de sus reservas quedaban canceladas. Según el secretario de Estado de Turismo, Juan Costa, si la guerra se extiende más allá del mes de junio, el sector turístico lo pasará “muy mal”. Para Europa, el ataque se traducirá en un nuevo retraso del despegue económico. El comisario europeo Pedro Solbes ha explicado que, teniendo en cuenta el impacto del precio del petróleo sobre la UE, la economía europea crecerá tan sólo un uno por ciento durante el primer semestre. La recuperación, ha apuntado Solbes, puede venir después, pero únicamente si el conflicto no dura más allá de dos meses. En ese caso, el turismo y las aerolíneas se resentirán de tal forma que la economía sufrirá un fuerte golpe. De momento, el Banco Central Europeo (BCE) ya se ha mostrado dispuesto a insuflar aire en los mercados con una bajada de tipos, si la situación lo requiriese. Según este organismo, el daño de la guerra “variará significativamente de alcance y tamaño, dependiendo de su extensión y duración. Los primeros cálculos ya han dado cifras exorbitantes. Para Warwick McKibbin, directivo del Banco de la Reserva de Australia, y Andrew Stoeckel, director ejecutivo del Centro de Economía Internacional, una guerra prolongada, seguida de diez años de ocupación y reconstrucción de Irak, costaría cerca de 1,5 billones de dólares a EE.UU. y otros 3,5 billones al resto del mundo. En todo caso, EE.UU. tendrá que asumir unos gastos que oscilarán entre los 500.000 millones y los dos billones de dólares, sea como sea la guerra. Incluso los países de América del Sur experimentarán las consecuencias del conflicto. El ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, ha señalado que, al principio, la guerra puede beneficiar a Argentina, ya que es un país exportador de petróleo. Sin embargo, una guerra larga que afecte al resto del mundo terminará hiriendo también a Argentina. En la calle, los pronósticos son más desoladores. “Esta guerra la financiamos los países dependientes”, matizaba Carlos Chile, dirigente del MTL, durante una de las muchas manifestaciones antibelicistas que están sacudiendo el mundo.