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ARQUEOLOGÍA

Descubierta la tumba del ‘Escriba del Tesoro’, de la época de Akenatón

Por Eliane Hernández MontejoTiempo de lectura1 min
Cultura21-01-2003

Una expedición de arqueólogos franceses ha anunciado el descubrimiento de una nueva tumba en el yacimiento de Saqqara, en el sur del Cairo. Además, en el centro histórico de Ciudad de México han sido descubiertos los restos de una pirámide prehispánica, durante unas obras en esa zona.

La tumba del Escriba del Tesoro del faraón Akenatón, que reinó entre el 1364 y el 1347 antes de Cristo, es un monumento con numerosas salas, decorado profusamente con diversas pinturas y grabados. Según explicó el jefe de la misión, Alain Zivie, se cree que la tumba fue encargada por este funcionario del Estado, que sería el tesorero general de la época de Akenatón. Su nombre se desconoce, aunque se le conocía por dos diminutivos: "Raiay" y "Hatiay". Sin embargo, a pesar de la importancia del hallazgo, el sarcófago del escriba no ha sido localizado, lo que hace que los arqueólogos se hayan planteado la posibilidad de que la tumba no llegase a utilizarse nunca para la finalidad para la que fue construida. El yacimiento de Saqqara, donde se ha realizado el hallazgo, es mundialmente conocido por la tumba del rey Djoser, que fue el primer faraón en construir una pirámide como tumba. La pirámide escalonada de Saqqara, diseñada por el famoso sabio egipcio Imhotep, arquitecto de Djoser. En México, los restos de la base de una pirámide prehispánica fueron hallados en el centro histórico de la capital mexicana durante unas obras de rehabilitación de la zona. Aunque, según fuentes municipales, las obra son serán interrumpidas, y tampoco se trasladarán los restos arqueológicos a otra zona. Los restos se encuentran a poca distancia del Templo Mayor, situado en el centro de la antigua ciudad de Tenochtitlan, alrededor del cual había 19 pirámides que conformaban el centro ceremonial azteca. El Templo Mayor fue el núcleo secular y religioso mexicano, que se organizó en torno a dos templos gemelos, uno dedicado a Huitzilopochtli y otro a Tlaloc.