Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SANEAMIENTO

Al paraíso fiscal gibraltareño le quedan tres años de vida

Por Asun LosadaTiempo de lectura2 min
Economía01-12-2002

Bruselas ha impuesto un plazo muy breve para el saneamiento de las cuentas gibraltareñas. Tras un año de investigaciones, la Comisión Europea ha llegado a la conclusión de que en Gibraltar hay demasiadas facilidades gracias al llamado Estatuto de Sociedad Activa, por el que las empresas gibraltareñas pueden ahorrarse el impuesto de sociedades que grava los beneficios desde hace treinta y cinco años. Las empresas extranjeras se han beneficiado de esta norma desde 1983.

El comisario de Competencia europeo, Mario Monti, ha llevado a la Comisión Europea la petición de acabar con estas ilegalidades. De momento, el movimiento ha sido a modo de recomendación para el Reino Unido que en caso de negarse podría recibir sanciones. Para la Comisión Europea no hay ninguna duda de que Gibraltar es, además de un paraíso fiscal, un lugar muy conflictivo. Afirma que contraviene las normas del mercado comunitario y las pocas leyes que tiene las deja de lado. Por esta causa, se llevará a cabo una investigación de la reforma legislativa que Londres ha planteado en un intento de solución. Además, Bruselas ya ha abierto la segunda investigación en el Peñón contra el impuesto de sociedades cualificadas que concede mecanismos de exención para las empresas gibraltareñas. El Gobierno español reconoce que hay que tomar medidas contra el régimen impuesto por el Reino Unido. Si antes las acusaciones se dirigían hacia el tráfico de tabaco y narcotráfico, ahora las autoridades españolas reprochan al Reino Unido el opaco sistema financiero de la colonia. El ex ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha calificado a Gibraltar de "economía parasitaria" que ejerce un "dumping económico y fiscal". Asegura además que existen documentos que lo prueban. "Hay pruebas recientes de que la existencia de un centro financiero off-shore en la colonia se utiliza como cauce para el blanqueo de capitales ilícitos", afirmó en un informe hecho recientemente. En el Reino Unido las cosas se ven de modo diferente. El diario The Times aseguraba el dos de noviembre que Gibraltar había actuado de modo ilegal y al margen de las medidas inglesas. De este modo, el Reino Unido se lavaría las manos en parte, aunque las consecuencias podrían ser fatales: la modificación del sistema fiscal y la amenaza de bancarrota. Las autoridades gibraltareñas, por su parte, aseguran que necesitan establecerse como centro financiero debido a la inexistencia, desde hace varios años, de la contribución de la presencia militar que llegaba a formar un 60 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto). Para reformar su imagen transparente y legal, después de los atentados del 11 de Septiembre se actualizaron las normativas contra el blanqueo de dinero. Según la Comisión Europea, una simple excusa para esconder el paraíso fiscal. De este modo, habrá que esperar a ver cómo reaccionan los gibraltareños ante esta nueva petición para intentar buscar soluciones que no desagraden ni a la Comisión, ni a España, ni al Reino Unido.