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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Una de cal y otra de arena

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional12-03-2018

La Unión Europea ha recibido una de cal y otra de arena en la última semana. Por un lado, las recientes elecciones italianas han demostrado que el país sigue la senda de la inestabilidad. Los dos partidos más votados se acercan al populismo: el Movimiento 5 Estrellas, fundado por el cómico Beppe Grillo; y la Liga Norte, que en esta ocasión tiene el apoyo de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, a quien se le vio muy activo en la campaña.

Ninguna formación obtiene los diputados necesarios para formar un gobierno, por lo que negociar va a ser imprescindible. Sin embargo, dadas las características de los partidos, los acuerdos son, prácticamente, inviables, salvo que se cree uno antinatura entre la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas. Ambos son políticamente antagónicos, aunque tienen puntos en común como su euroescepticismo. Aun así, sería muy difícil que en caso de que llegaran a un pacto este se consolidara en el tiempo.

Por otro lado, en Alemania, los militantes del Partido Socialdemocrata (SPD) dieron luz verde a la gran coalición con los democristianos de Angela Merkel, con esta como canciller. Este hecho supone reeditar el pacto de gobierno que tan buenos resultados ha dado a la política alemana. Además, demuestra la flexibilidad de ambas formaciones, ya que han sido capaces de renunciar a algunas de sus ideas para favorecer el interés general. Llama también la atención la arriesgada decisión del SPD de someter la decisión a sus bases, ya que estas podían tumbar el acuerdo. Afortunadamente, primó la responsabilidad y no el sectarismo.

Por experiencias pasadas, los casos de Italia y de Alemania eran previsibles y, por tanto, no han sido una sorpresa, pero no por ello hay que dejar de darles importancia y estar pendientes de su evolución. Se supone que el acuerdo alemán, después de los trámites superados, va a ser estable y sin sobresaltos. Todo lo contrario de lo que ocurre en el asunto italiano, donde la incertidumbre acecha. En este país, la población y los políticos se han acostumbrado a vivir en esa tesitura, pero no deja de ser una preocupación para la Unión Europea. Al fin y al cabo, Italia tiene un peso considerable y lo que le sucede acaba afectando, en mayor o menor medida, al resto de socios comunitarios.