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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Llegar a 2018 ya es motivo de celebración

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional01-01-2018

Empieza 2018, hay que ver lo rápido que pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando gran parte de la opinión pública estaba inquieta por la toma de posesión de Donald Trump, pero ya va a hacer un año y el planeta sigue girando (como era de esperar, a pesar de los pesimistas).

En estas fechas, se hacen numerosos propósitos para cumplir a lo largo de los próximos 365 días. Sin embargo, la mayoría de estos caen en el olvido, arrastrados por los quehaceres cotidianos, por un exceso de ambición, por falta de interés, por una mala planificación...

Es imposible saber a ciencia cierta qué es lo que va a deparar este 2018 en el ámbito internacional. Lo más lógico y probable es que algunos de los conflictos que hubo en 2017 se mantengan durante los próximos meses, debido a su complejidad.

Entre ellos, cabe destacar la lucha contra el yihadismo, no solo en territorio occidental, sino también en los países en los que el autodenominado Estado Islámico está presente. Es verdad que se ha avanzado en la reducción de los territorios controlados por los terroristas, pero también lo es que queda mucho trabajo por hacer, ya que cuenta con un buen sistema de propaganda y captación y con unas generosas fuentes de financiación. Lamentablemente, habrá que seguir sufriendo los atentados, ya sea perpetrados por los llamados lobos solitarios o por células organizadas.

Además, el asunto norcoreano va a seguir estando muy presente porque Corea del Norte avanza en el desarrollo de su carrera nuclear. Su arsenal cada vez tiene más alcance, mayor potencia y está siendo afinado para enfatizar el carácter disuasorio y garantizar la supervivencia del régimen.

A ambos, se sumarán otros problemas que se mantienen en estado latente, como la guerra en Ucrania, las disputas en Oriente Próximo entre israelíes y palestinos, los conflictos en África... Además, es muy posible que se vayan añadiendo otros porque el mundo está lleno de intereses, muchas veces espurios.

Aun así, hay que confiar en la diplomacia de los países y en su capacidad para resolver los conflictos de la manera más pacífica y menos traumática posible. Siempre es conveniente ver el vaso medio lleno y ser optimistas, ya que el hecho de seguir vivos un año más es motivo de celebración.

¡Feliz 2018!