ANÁLISIS DE CULTURA

El secreto sobre JFK

Por Marta G. Bruno3 min

Cultura22-11-2017

"No hay nada más patente que lo secreto, ni nada más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser cauteloso con respecto a que él sólo es para sí". Confucio dijo una gran verdad que contiene una lógica humana de salvación de uno mismo frente a los de fuera. Hoy Dallas es un "distrito del arte" donde hasta los taxistas tienen guardada en la guantera una teoría conspirativa sobre cómo murió JFK. ¿Pero sabemos algo más?

 Han pasado 54 años de aquel fatídico 22 de noviembre de 1963. Aquella mañana el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, el más carismático hasta la fecha, moría asesinado ante los ojos de su mujer, ante los ojos del mundo. Una época, la Guerra Fría, incomparable a la que vivimos hoy, salvo por una cosa. ¿Realmente sabremos alguna vez por qué, cuándo y cómo surgen las cosas? ¿son algunos sucesos fruto de la casualidad o resultado de un plan premeditado?

 Tres balas en ocho segundos, con un arma diseñada en 1891, comprada por catálogo. Un único sospechoso después asesinado delante de los medios de comunicación, en los mismos cuarteles de la Policía de Dallas y 48 horas después del asesinato. Han pasado 54 años y nadie se pone de acuerdo sobre lo que verdaderamente ocurrió aquella mañana.

 54 años después salen a la luz 2.981 documentos que confirman las especulaciones de lo que ya se había publicado antes:

 - Una llamada anónima a un pequeño diario británico en el que avisan de que se va a producir una gran noticia en Estados Unidos 25 minutos antes del crimen.

 - La relación del presunto asesino,  Lee Harvey Oswald, con un agente del KGB meses antes del asesinato.

 - Las intenciones de derrocamiento del ejecutivo de Fidel Castro y su asesinato con un “hongo letal”.

 - Una supuesta conspiración en un bar de Madrid en el que una trabajadora escuchar a un periodista cubano contarle a un colega que ese mismo día Kennedy iba a morir.

 - La otra pata de otra teoría escabrosa: otro dossier indica que el FBI advierte a Robert Kennedy del libro en el que Marilyn Monroe amenaza con hacer público su romance con el hermano del presidente.

 Aún quedan 300 por conocer que al menos hasta el próximo mes de abril no verán la luz porque supondrían un peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Y es que en pleno siglo XXI, en el año 2017, el país de las oportunidades sigue siendo un cajón de guiones de película escritos con su misma pluma. El maestro de éstos es su presidente, el personaje más histriónico que haya podido gobernar el país. Tanto como para que más de una boca especulara con que fuera objetivo del próximo crimen. Nada más lejos de la realidad, porque hoy las prioridades son otras.

 Más de cinco décadas después nos encontramos con un mundo que se resquebraja en varios sentidos y no en sentido bilateral. Aquí ya no existen tramas de ida y vuelta entre Estados Unidos y Rusia, ahora incluso se habla de colaboradores necesarios. Hoy cada uno arrima hacia sus propios intereses porque la llama aguanta cada vez menos y las tensiones levantan ampollas incurables. Pero las grandes teorías conspirativas siguen ganando adeptos y la muerte de Kennedy, aunque cada día más lejana, advierte de una cosa que un día dijo Roald Dahl: los secretos más grandes se ocultan siempre en los lugares más inverosímiles.