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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Los “muertos” de Rovira

Fotografía
Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España21-11-2017

Pongamos que lo que dijo Rovira fuera cierto. Que es verdad que desde el Gobierno se hizo llegar a la Generalitat que, de seguir por el camino de la independencia, “habría muertos”. La líder en funciones de ERC usó ese argumento para destacar la responsabilidad del Govern al no echarse al monte. Sin embargo, desvelar eso ahora denotaría todo lo contrario. En realidad supondría una buena muestra de lo que ha significado el llamado procés todos estos años. De entrada, no sería nada nuevo ni extraño atendiendo a los precedentes históricos que en un proceso de independencia unilateral hubiese episodios de violencia. El Ejército tiene, entre otras funciones asignadas, el deber constitucional de defender la integridad territorial de España. Pero el indepentismo catalán hizo creer a los suyos que se liberarían de la opresión con cuatro manifestaciones, dos batucadas y un puñado de tuits de Assange. Una mentira como tantas otras.

El independentismo catalán ocultó a sus ciudadanos el riesgo real de que las empresas huyeran. Dijeron que aquello era un camelo de España y ya van más de 2.000 sociedades que se han ido. También prometieron que la Unión Europea le abriría los brazos al nuevo Estado catalán. Pero que se sepa, de momento, tan solo han cosechado el voto a favor de cuatro fachas eurófobos. Solo después de enfrentar sus ensoñaciones al imperio de la Ley, es decir, cuando empezaron a pisar la cárcel, admitieron públicamente que no estaban preparados para declarar la independencia. Y aún así lo hicieron. Con voto secreto, pero lo hicieron. Por eso las palabras de Rovira deberían invitar a la reflexión: si la advertencia sobre los muertos hubiese sido real, ¿por qué se lo han callado hasta ahora? ¿Por qué no avisaron en su momento a la gente de los riesgos a los que se enfrentaban?

Quizá entonces, lo mejor que se le pueda llamar a Rovira es mentirosa. Suerte que Cataluña actuó con indiferencia tras la proclamación de la república independiente. Y suerte que todo el mundo conoce a Rajoy, un dirigente que aguantó la aplicación del 155 hasta que no le quedó literalmente más remedio no encaja en el perfil de alguien que vaya por ahí amenazando con muertos en las calles.