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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Hacía falta la visita del Papa

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional12-09-2017

La presencia del Papa en Colombia era, sin duda, necesaria por dos motivos fundamentales: Primero, este país tiene gran tradición católica y la mayoría de sus habitantes profesan esa religión; Segundo, aún más importante, los colombianos han sufrido durante décadas los envites de una guerrilla narcoterrorista y ahora se están dando los primeros pasos hacia la paz y la reconciliación.

Han sido cuatro años de negociaciones en Cuba entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Se llegó a un acuerdo, pero este fue rechazado en referéndum porque la mayoría de los que votaron consideraron que se estaban dando demasiados privilegios los guerrilleros y que no se hacía justicia.

Este revés en las urnas obligó a las dos partes a renegociar alguno de los aspectos más polémicos y a refrendar un nuevo pacto que es más justo que el anterior, pero que sigue siendo condescendiente con un grupo criminal que ha provocado cientos de miles de muertos.

Es normal que, después de todo lo sufrido, exista desconfianza y resquemor por parte de un importante sector de la población. Por tanto, la visita del Papa ha sido crucial para tratar de mitigar esa incertidumbre y paliar el dolor que llevan padeciendo durante tanto tiempo.

Las palabras de Francisco y su presencia en Colombia deben servir para hacer reflexionar y para seguir caminando en la reconciliación y en la concordia. A pesar de que muchos puedan tener sentimientos de odio e incluso tentaciones de aplicar el ojo por ojo al ver a los verdugos sentados en las instituciones y gozando de algunos privilegios, el Papa ha llamado a huir de la venganza. Además, ha recalcado la necesidad de buscar el interés común a largo plazo.

Sin duda, cuando se sufren momentos de desasosiego interior, de injusticia, de incertidumbre, de temor, de dificultad... es de gran ayuda tener fe y confiar en Dios y en su Justicia. Y qué mejor forma de hacerlo que escuchando al Papa Francisco, quien ha acudido a tu propia tierra a darte ánimo y a reconfortarte.