NBA

Los Warriors se proclaman campeones

Por Fernando García3 min

Deportes13-06-2017

Los de Golden State se han llevado el Trofeo Larry O’Brien, la copa reservada para los campeones de la NBA. La victoria en el quinto y definitivo partido frente a unos luchadores Cavaliers, que sufrieron su falta de profundidad de banquillo y la llegada de Durant a los Warriors, da el segundo anillo para el conjunto más dominador de los últimos tres años.

Supervillanos. Así se podía leer en la camiseta del entrenador de Golden State, Steve Kerr, en la rueda de prensa anterior al definitivo partido. Y así ha sido tomado su equipo desde que, tras perder el anillo del año pasado, fichase en verano a Kevin Durant, la gran perla de la agencia libre que había caído derrotado en playoffs por su actual conjunto.

Y como si un conjunto de superpoderosos jugadores se tratara, Golden State se ha impuesto con bastante solvencia a los defensores del campeonato, los Cleveland Cavaliers. El resultado del quinto partido, 129-120 a favor de los Warriors, sentenció un título que parecía tener el nombre grabado desde que el conjunto con mejor balance en la temporada regular anotase el 3-0 en el parcial de la serie.

Los Warriors cuentan posiblemente con el mejor quinteto titular de los últimos tiempos, pero no con todos los mejores jugadores de la liga. En el otro lado estaba un gran Kyrie Irving y un superlativo LeBron James. El primero fue el protagonista del cuarto partido, el único ganado por los Cavs, pero jugó lastrado físicamente este encuentro. El segundo se supera año a año, aunque parece que promediar un triple-doble no es suficiente para derrotar a los de La Bahía.

Pero los Warriors son un equipo hecho para ganar. A los Curry, Thompson y Green se les unía un Kevin Durant que se hacía con el MVP de las finales y el ansiado anillo. Lejos queda ya la final perdida contra ‘King James’ cuando este militaba en los Miami Heat. Con este título sale del peligroso grupo de grandes jugadores sin campeonato, y sigue la estela de su amigo y rival en esta noche.

Lo de Durant ha sido espectacular. Los cinco partidos por encima de la treintena de puntos -39 en el último partido –que deja claro la motivación y la calidad del espigado alero. A su lado, el mejor Curry de playoffs de las tres últimas temporadas, y una plantilla que, independientemente de números, basa sus juego en la gran defensa, un ataque explosivo y una gran generosidad.

El encuentro fue emocionante. Los Cavs comenzaron mandando, pero no con tanta autoridad como en el cuarto partido. Ya antes del descanso los Warriors le dieron la vuelta al marcador, y no permitieron un nuevo cambio de rumbo. LeBron se esforzaba y sus 41 puntos permitían mantenerse en el partido a los de Cleveland, pero la suerte parecía echada.

Aparecieron los secundarios. Tristan Thompson, que había despertado en el anterior encuentro, se mostró dominador en la pintura, y un sensacional J.R. Smith ilusionó a los suyos con unos triples importantes, que hicieron soñar con la remontada. Sus 26 puntos fueron su mayor marca de sus playoffs, pero el banquillo Cavs decepcionó, y con tan solo siete puntos no permitió cambiar el sino de la historia.

Por el contrario los Warriors si demostraron tener profundidad. Andre Iguodala recordó al que fue nombrado mejor jugador de las finales de hace dos años y a base de mates se fue a los 20 puntos. Se unió la superioridad de banquillo a los 39 puntos de Durant y 34 de Curry y los de San Francisco levantaron su segunda copa Larry O’Brien en tres años.

La victoria es un bálsamo por la derrota del año pasado. Lejos queda la celebración de los Cavs en el Oracle Arena, esta vez fueron los locales los que pudieron lanzar el confeti. El año que viene los pronósticos auguran la cuarta repetición de las finales más emocionantes de la historia y, si Spurs, Celtics o Rockets no lo remedian, el nacimiento de una nueva rivalidad legendaria. Pero este año los campeones serán los de Oakland. ¡Los supervillanos esta vez se han impuesto a los héroes y los Warriors son los nuevos campeones de la NBA!