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Salud

Investigadores españoles crean una impresora 3D para hacer piel

Por Silvia Marin Martín Tiempo de lectura3 min
Sociedad23-01-2017

Un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid del departamento de Bioingeniería ha sacado un proyecto puntero en el mundo, han creado una impresora 3D para poder realizar piel. La piel que generara la  impresora será para pacientes que la necesiten como los grandes quemados o para las industrias farmacéuticas y cosméticas para poder testar sus productos en pieles de verdad.

Un grupo de investigadores españoles han conseguido llevar a cabo un prototipo de bioimpresora en 3D que realiza piel humana “totalmente funcional”. Han determinado que la piel que se produce en esta impresora “es apta para el trasplante y también puede usarse en la investigación y testeo de productos cosméticos y farmacéuticos”, como comenta José Luis Jorcano, profesor del departamento de Bioingeniería de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y jefe de la unidad de Ingienrería Biomédica de la Unidad Mixta Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)/UC3M.

Este nuevo logro para la investigación española está sustentado además por el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y la empresa BioDan Group, que será el encargado de distribuir el producto a todos los interesados.

Una de las grandes ventajas que aporta esta nueva impresora, remarca Jorcano, es que es capaz de crear piel “de una forma automatizada y estandarizada, con lo que se mejora la reproducibilidad del proceso. Además, también hace posible que se abaraten significativamente los costes de producción”

En este momento, la obtención de piel para el uso en investigación o en la atención, como muestra nos podemos encontrar con los grandes quemados, que se sigue realizando de una manera totalmente manual. Se extraen muestras de tejido con una biopsia; luego estás células se cultivan durante un tiempo para llegar a conseguir la regeneración de piel necesaria.

La bioimpresora lo que nos va permitir "replicar la estructura natural de la piel, con una capa externa, la epidermis, junto a otra más profunda, la dermis", aclara  Jorcano, quien manifiesta que el diseño está en fase de aprobación por distintos organismo reguladores europeos que tendrán que permitir que se pueda usar con los pacientes.

El invento tiene algunos flecos como en la técnica manual, la piel que se realice con la bioimpresora no deja aún, la reproducción, entre otras estructuras, de las glándulas sebáceas que se encuentran el piel, pero el equipo trabaja para buscar soluciones a esto "El siguiente paso que estamos investigando es abordar la generación de estas estructuras que no son continuas, sino que están en posiciones concretas de la piel. Todavía lo estamos estudiando, pero tenemos indicadores de cómo llegar a producir cosas que manualmente no podíamos hacer, como gándulas sebáceas o pelo", apunto  Jorcano.

"El meollo de la bioimpresora", continúa el investigador", es lo que denominan "biotintas", que para entendernos son parecidos a los cartuchos de tinta que tenemos todos en nuestras casas. "Lo más complicado es el diseño de estas biotintas que, como si fueran jeringas' se rellenan con distintos componentes": queratinocitos y fibroblastos, los dos tipos celulares fundamentales en la piel, factores de crecimiento, sustancias de 'andamiaje' para que el desarrollo sea correcto, etc.

Después, un ordenador coloca "la mezcla adecuada en el momento adecuado" en placas donde se va produciendo la piel, que luego se introduce en una incubadora a una temperatura controlada. Todos los detalles del proceso se han publicado en la revista científica Biofabrication.

La bioimpresora puede realizar piel autóloga, es decir, que se forma a  partir de células del enfermo( que se usa para usos terapéuticos) o alogénica, que se fabrica a partir de bancos de células o donantes y que se genera para hacer investigaciones de productor farmacéuticos o cosméticos.

En estos momentos, el proyecto sigue esperando la aprobación por distintas entidades regulatorias europeas “para garantizar que la piel producida sea apta para su utilización en trasplantes a pacientes con quemaduras y otros problemas en la piel", pero los creadores esperan que "en pocos meses el producto pueda estar ya en el mercado", apunta Alfredo Brisac, consejero delegado de BioDAn Group. Los inventores de este nuevo elemento, siguen imaginándose que no en mucho tiempo se pueda buscar nuevos usos a la impresión 3D para la impresión de otro tipos de tejidos más complejos, como los vasos sanguíneos o válvulas cardiacas.