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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Se da mal septiembre

Fotografía
Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad14-09-2016

Cada septiembre llegaba con la borrachera del olor a nuevo de los libros recién comprados y el lustre del material escolar. El abuelo, que siempre estaba rodeado de críos y era un manitas, dejaba de lado la labor de los remiendos y sus encargos de zapatero para forrarnos los libros. Lo hacía muy bien, para envidia de los compañeros de clase. Y nosotros, que nunca se lo valoramos, se lo agradeceremos eternamente.

Estos días sigo viendo en Facebook quejas de padres porque el curso también comienza para ellos con una tanda de encarguitos, desde colocar esa doble piel de plástico a los libros hasta el desembolso familiar en uniformes, cuadernos y el más variopinto material escolar y los citados textos para aprender. Luego llegarán las clases extraescolares para poder hacer piruetas con el horario laboral y la imposible conciliación y las fiestas de cumpleaños, esa especie de moda sectaria y obligatoria contra la que los sindicatos no protestan.

Cada septiembre, con la vuelta al cole, la canturrela es la misma y, en cierto modo, más monótona y triste, a juzgar por los resultados. La foto de la vuelta al cole no es la de las infantas yendo a su primera cita del curso con el uniforme impoluto, ni la de los coleccionables de los kioscos ni las reuniones de padres. La triste imagen del comienzo de curso viene de la mano de una niñera malhumorada y sin visos de futuro, la política, que es incapaz de encontrar un consenso también para el porvenir formativo de las próximas generaciones.Hay que sembrar y sembrar bien.

Aprobar y derogar leyes de educación es un mantra que, con la llegada de cada nuevo gobierno, la gente de este país no se puede permitir. Y esa sombra planea sobre las cabezas de los profesores este nuevo curso: no saben si sus señorías, de un plumazo, volverán a mandar las normas educativas al rincón de pensar. Luego, los informes PISA y compañía, y, sobre todo, la formación de los críos, volverá a suspender a una España a la que parece que se le da mal septiembre.