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IRAK

Irak y la ONU alcanzan un acuerdo para que los inspectores de armamento regresen a Bagdad

Fotografía Un cartel con la imagen de Sadam Husein en la capital iraquí, Bagdad

Un cartel con la imagen de Sadam Husein en la capital iraquí, Bagdad

Por Txema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional01-10-2002

El Gobierno de Irak y los representantes de Naciones Unidas alcanzaron el pasado martes un acuerdo en Viena para que los inspectores de armamento de la ONU regresen a suelo iraquí y comprueben el cumplimiento, por parte de Bagdad, de las resoluciones del organismo internacional sobre desarme.

El acuerdo alcanzado prevé, según informó el jefe de la Comisión de la ONU para la Verificación, Inspección y Vigilancia (UNMOVIC), Hans Blix, que los inspectores tendrán acceso sin restricción a todas las instalaciones. Bagdad se comprometió a garantizar a los inspectores de armas biológicas, químicas y nucleares el acceso incondicional y sin restricción alguna a todas las instalaciones y lugares deseados. "En lo que respecta al acceso, se ha aclarado que todos los sitios serán sometidos a un acceso inmediato, sin condiciones y sin restricciones”, anunció Blix. Pese a que en un principio la intención tanto del organismo internacional como de Bagdad era que los inspectores pudieran regresar en un plazo de dos semanas, tras la comparecencia de Blix en la sede de Naciones Unidas para explicar los acuerdos alcanzados, el Consejo de Seguridad decidió retrasar la llegada de los examinadores. Otra de las novedades del acuerdo alcanzado es que según informó el jefe de los inspectores éstos podrán utilizar en sus próximos viajes a Irak el aeropuerto internacional de Bagdad a diferencia de lo que había ocurrido hasta ahora que debían emplear otro situado a 80 kilómetros de la capital iraquí. El principal asunto de discordia fue el de los ocho palacios presidenciales del líder iraquí, Sadam Husein. Los palacios, que son complejos de edificios, son considerados como un posible escondite de armamento aunque están sujetos a un memorando aprobado por el Consejo de Seguridad en 1998. El jefe de la delegación iraquí en las negociaciones y subsecretario de Industrialización Militar, Amir al Sadi, aseguró que las autoridades de Bagdad garantizarán el acceso de los inspectores "a cualquier lugar que deseen visitar". Por su parte, Estados Unidos se negó a aceptar el resultado de esta negociación y exigió que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una nueva resolución más dura que las anteriores según anunció el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell. Además, Washington quería también, entre otras cosas, que Bagdad ofreciera en 30 días una lista de armas de destrucción masiva. Sin embargo, el Consejo de Seguridad rechazó modificar el mandato a los inspectores de desarme.