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UNIÓN EUROPEA

La Comisión Europea amplía el plazo para eliminar el déficit por país

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura2 min
Economía29-09-2002

La unión existente en Europa, no sólo monetaria sino también política, llevó hace menos de un año a que los países de la eurozona llegaran a un acuerdo que recibió el nombre de Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por el beneficio de todas las naciones de la UE se estableció, que en el 2004, todas lograrían saldar sus deudas publicas y lograr una balanza equilibrada de gastos e ingresos por país. Ahora se empiezan a plantear aplazarlo hasta el 2006: Alemania, Francia, Italia y Portugal no podrán cumplirlo de lo contrario.

La idea nació en marzo y quedó consolidada en junio con la reunión de todos los dirigentes europeos en la Cumbre de Sevilla. Conseguir en el 2004 que cada uno de los países de la eurozona llegaran al déficit cero era el objetivo primordial, esencia fundamental de una economía equilibrada. Y así quedó previsto hasta que el pasado miércoles nació una nueva propuesta, y con ella una polémica, en el seno de la Unión: aplazar en dos años, hasta el 2006, la fecha tope en el que dicho equilibrio presupuestario fuera alcanzado, y ya no sólo como obligación de cada país por su propio beneficio, también en respuesta a un compromiso y respeto adquirido con el resto de las naciones por su bien en conjunto. Con esta prórroga, idea originaria de Pedro Solbes, comisario de Asuntos Económicos de Europa, y avalada por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, pretenden dar una oportunidad a Alemania, Italia, Francia y Portugal, los cuatro países que a día de hoy muestran claros síntomas de déficit público, ya que la cantidad de gastos que asumen estos países son mayores que los ingresos que generan o recaudan. Están rozando el tres por ciento del PIB, que es el máximo autorizado y se prevé como imposible una recuperación sin este retraso de dos años. Sin embargo, la decisión todavía no ha sido tomada. El próximo día siete se reúne el Eurogrupo, una serie de ministros de economía y finanzas que se encargaran de dar el visto bueno, o no. Tendrán que valorar y analizar la situación actual de esas cuatro naciones, y asegurarse de que en el futuro alcanzarán las metas establecidas. Pero también deberán escuchar las opiniones de los Gobiernos de los demás países, que hoy por hoy ya han conseguido acercarse a ese equilibrio y que se niegan frontalmente a esta propuesta de flexibilización de plazos.