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Análisis de Deportes

González, Raúl González

Fotografía
Por Javier BirlangaTiempo de lectura3 min
Deportes16-11-2015

Este pasado fin de semana dijeron adiós dos hombres que han ofrecido mucho espectáculo en los últimos años. Uno dio por terminada su carrera como futbolista tras 21 años de éxitos. El otro estrenó su cuarta película de James Bond y parece que también será la última tras nueve años.

¿En qué se parecen James Bond y Raúl González Blanco? En muchas cosas. 007 es un caballero de Inglaterra, un hombre con gusto refinado y siempre bien rodeado. Leal a su país, nunca rehuye el cuerpo a cuerpo y se lo deja todo en cada misión. Por su parte, el 7 siempre ha demostrado ser un "gentleman" tanto dentro como fuera del terreno de juego. Su imparable ambición solo era comparada con su profesionalidad. En cada entrenamiento, en cada partido y en cada jugada se dejaba el alma por su equipo.

Además, ambos tienen algo más en común. Una característica que les convertía en el mayor de los temores de su rival. Ellos tenían licencia para matar. Cuando otros dudaban, ellos sentenciaban; cuando para otros la cosa se ponía complicada era cuando mejor sabían actuar; los que les daban por muertos, terminaban siendo los que acababan sepultados. Jamás les podía la presión y siempre salían indemnes de cualquier enfrentamiento.

Durante 22 temporadas, Raúl siempre ejerció de líder en sus equipos. En el Real Madrid, con tan solo 17 años, se echó el equipo a la espalda y sentó a todo un mito como Emilio Butragueño. Poco a poco fue conquistando el corazón de todos los madridistas y acabó siendo el máximo goleador de la historia del club (ahora superado por Cristiano Ronaldo) y el futbolista que más veces defendió su escudo.

Pero hubo un día en el que Raúl tuvo que decir adiós. La llegada de José Mourinho le cerró las puertas de la titularidad a cal y canto y el español decidió probar fortuna en otros países. El "señorío" madridista perdió a su gran estilete el día que el siete se marchó del Bernabéu. El Schalke 04 le acogió y su afición en seguida le caló: "Señor Raúl" le llamaban, pues era un veterano que lo daba todo y que siempre actuaba convenientemente.

       

Tras dos grandes temporadas en Gelsenkirchen, Raúl González Blanco decidió probar fortuna en Asia, donde además de jugar al fútbol estuvo aprendiendo también otra parte de este maravilloso deporte: la enseñanza a los más jóvenes. Poco a poco, Raúl iba abandonando su vida de futbolista.

Su última etapa fue en Nueva York. El New York Cosmos de Pelé llamó a su puerta y el Gran Capitán no dudó en marcharse a Estados Unidos. Allí apenas jugó una temporada, pero la terminó por todo lo alto. En una final y ganando su vigésimo segundo título en veintiún temporadas. Un escándalo.

Desde que semanas atrás Raúl anunciase su adiós, muchas leyendas del mundo del fútbol han tenido palabras para él. Desde ex compañeros como Beckham, Roberto Carlos, Morientes o Cristiano Ronaldo, hasta rivales como Carles Puyol, Pep Guardiola o Luis Enrique. Daba igual si le tenías de tu parte o si estaba a punto de fusilarte: Raúl marcó a todos los futbolistas de los últimos 20 años.

Para muchos sigue siendo el mejor jugador de la historia de este país. Para muchos otros fue un gran jugador, pero nunca ganó nada con la Selección y eso le lastra de cara a esos elogios. Lo que es evidente es que el mundo del fútbol ha perdido a uno de sus mayores estandartes. Y España, también.

Pero que nadie dude de que tanto James Bond como Raúl volverán. No se sabe aún cómo ni donde, pero siempre vuelven. Solamente han dejado su existencia terrenal para pasar a ser una leyenda. Y las leyendas nunca mueren.