Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ACOSO ESCOLAR

España carece de las medidas suficientes para frenar el bullying

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Sociedad08-06-2015

Un extremo es España y el otro es Finlandia. Dos países que parecen antagónicos al menos en lo que a educación se refiere. Dos modelos diferentes y uno más eficaz que otro. En nuestro país aún quedan por dar más pasos hacia adelante respecto a las medidas de prevención y erradicación del acoso escolar en los centros educativos, por lo que muchas asociaciones de padres y madres exigen que se cree una normativa para proteger a los menores que lo sufren.

Finlandia, que siempre se ha distinguido de otros países por los métodos de enseñanza y la calidad educativa, en el ámbito del acoso escolar también destaca por su forma de atajarlo. No se trata de otra cosa que un pacto entre la comunidad educativa y el Gobierno finlandés en 2007 y que está financiado por el mismo Ejecutivo. El resultado fue apoteósico: se lograron abolir todos los casos de bullying, desaparecieron en casi el 80% de los centros y se redujeron en el 18%.

El programa se llama KiVa, un acrónimo que proviene de las dos palabras finlandesas que significan “contra el acoso escolar”. Así lo ha implantado en el 90% de los colegios de educación básica y ahora muchos padres valoran que lo tengan para valorar y elegir dónde escolarizar a sus hijos en un centro. Cada colegio cuenta con un equipo de tres adultos que activan el protocolo en el momento que detectan el bullying.

Además, KiVa garantiza el bienestar escolar y aumenta la motivación por estudiar. El contenido del programa no es otro que una veintena de clases que se imparten a los 7, 10 y 13 años en los que se explican las formas de acoso y cómo mejorar la convivencia a través de manuales para los profesores, juegos y reuniones con los padres. Además, cada centro escolar cuenta con un buzón virtual para que los niños puedan depositar sus sugerencias, si conocen algún caso de acoso o son víctimas.

En España no existe un protocolo como tal. La Ley del Menor protege a los escolares menores de 14 años y no les exige responsabilidad penal –aunque la civil incurrirá en los padres-, mientras que los que superen esta edad su caso será remitido a la Jurisdicción del Menor. Aun así, los acosados siguen siendo muy frágiles frente a las leyes, que no les llegan a proteger. Por eso, las asociaciones de padres y madres piden al Gobierno y a los centros escolares que no cierren los ojos ante este tipo de situaciones que se deben detectar cuanto antes.

Actualmente, el último estudio que se realizó en España sobre el alcance del acoso escolar es de 2006, por lo que se ha quedado obsoleto y las medidas que se plantean no se corresponden exactamente con la situación actual. Por lo que, además de una normativa que regule el acoso escolar, es necesario también que se actualicen los estudios sobre esta lacra escolar.

En cada centro escolar, los orientadores cuentan con dos test para evaluar si un menor sufre bullying: uno, el Test de Evaluación Breve del Acoso Escolar (Tebae) y dos, el Test de Acoso y Violencia Escolar (Ave) que permite conoce el estado de cada niño. También la Fundación ANAR ha pedido que su teléfono esté en los colegios para que los niños puedan acudir al grupo de expertos en caso de necesitar ayuda.

Además, un informe que realizó el Observatorio de la Convivencia Escolar ha propuesto la creación de tres comisiones de trabajos con grupos de expertos. Primero, una especializada en la mediación escolar y la resolución pacífica de conflictos; segundo, la búsqueda de medidas preventivas contra la violencia de género y las actuaciones sexistas en las aulas y tercero, en la enseñanza del buen uso de las redes sociales para frenar el ciber-bullying.