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ACOSO ESCOLAR

La Ley del Menor no ampara a los menores que sufren acoso escolar

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Sociedad07-06-2015

El acoso escolar es una realidad que se esconde en muchos colegios de España pero que muchos niños callan por miedo a las represalias, por vergüenza o al temor de no se creído. Muchos alumnos comparten pupitre con menores que no encuentran una salida al acoso y que, como sucedió hace tres semanas en el caso de Arancha, la única vía de escape fue la de terminar con su propia vida.

Muchas asociaciones de padres y madres han pedido que se endurezca la ley para frenar el horrible día a día que viven muchos escolares. Incluso  la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (AMACAE) ha ido más allá y ha pedido al Gobierno que cree un protocolo de prevención “donde se evalúe el acoso escolar y la violencia en las aulas con una “política de tolerancia cero.

Es inconcebible que un mes después de que el centro tuviera constancia de la situación que estaba viviendo Arancha, la menor que se suicidó el 22 de mayo, no se aplicara el protocolo existente de forma correcta". Así lo denunció su presidenta, María José Fernández, que exige que se empiece con formación acompañada de información y herramientas para el personal de los centros educativos con el fin de que detecten las situaciones de caso desde el primer momento.

Los dos acosadores de Arancha estudiaban en el mismo instituto que ella en Madrid. Ahora están imputados, pero al ser menores de edad la ley es más permisiva, como opinan muchos padres. Arancha no ha sido la primera ni será desgraciadamente la última menor, por eso las medidas que se deben tomar son urgentes. En este caso, los menores tienen responsabilidad penal, por lo que la denuncia que se interponga se trasladará a la Jurisdicción del Menor. Además los padres –o incluso el colegio- podrán responder civilmente en concepto de daños y perjuicios frente al menor que haya sido acosado, de manera que podrán indemnizarle.

Además, en muchas ocasiones las jefaturas de los centros educativos evitan el problema para que no se forme un escándalo. El resultado no es otro que la desprotección del menor y su perjuicio, así que otra de las medidas para implantar es la de ofrecer charlas y cursos de prevención tanto a los alumnos, como a los profesores y los padres. Bien es cierto que en ocasiones la Administración los propone pero muchas veces los institutos los rechazan obviando que esa clase de abusos suceden en su interior.

En el caso de AMACAE, la asociación pide al Ministerio de Educación que elabore un Plan Nacional para erradicar el acoso escolar, además de la violencia en las aulas. Asimismo, otro de los objetivos es que se revise la Ley del Menor para que se tipifique el bullying como un delito y que se implanten las medidas adecuadas para los menores de 14 años.

Precisamente, los menores de 14 años gozan de inmunidad respecto a la responsabilidad penal. Es decir, si un escolar que no sobrepasa esa edad acosa a otro, la denuncia quedará archivada, aunque sí pueden responder penalmente sus padres o tutores. Por esto también piden a los padres que estén pendientes del comportamiento de sus hijos para alertar al profesorado o a las autoridades ante una situación anómala.

El Defensor del Menor, junto con la asociación Protégeles, cuenta con una línea de ayuda contra el acoso escolar mediante la cual un equipo de psicólogos prestan ayuda a los menores que padecen esta situación. Asimismo cuenta con expertos en seguridad infantil que ofrecen soluciones también en el ámbito cibernético contra el ciber-bullying, ya que es una variante del acoso escolar que cada día experimenta más auge debido al mayor uso de las nuevas tecnologías y en la que se camuflan muchos acosadores.