BARÓMETRO DEL CIS
El PSOE de Zapatero recorta distancias, y se sitúa a escasos puntos del PP
Por Ana María Riaza2 min
España21-08-2002
Cargado de discusiones y cruce de acusaciones entre partidos, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentaba el pasado mes de agosto los datos de estimación de voto de los españoles registrados en julio.
A falta de un candidato estable a la presidencia del Gobierno y a cuestas con la resaca de las crispaciones sindicales del 20-J aún dando coletazos, el Ejecutivo de Aznar se enfrentaba el pasado mes de agosto a las últimas apreciaciones sociales recogidas por el CIS. Con una estimación de voto que desde enero se ha reducido a más de la mitad, el Gobierno se encuentra ante la que podría ser una de las caídas mas dolorosas de los últimos años frente al principal partido de la oposición, el Partido Socialista (PSOE), que eleva en 2,6 puntos la intención de voto con respecto al mes de enero. Supera así, por primera vez en varios años, al partido de Gobierno en la categoría "voto más simpatía". Y más disgustos para el Gobierno. Con una calificación media de 5,1 puntos, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, superaba en más de tres décimas al presidente del Gobierno, José María Aznar. Claro que será el actual vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien acapare mayor número de simpatizantes entre los electores españoles: 5,2 puntos de nota final. La encuesta, que se llevó a cabo entre los pasados días 16 y 21 de julio, en plena crisis internacional por el islote Perejil, revela la reducción más drástica entre PP y PSOE tras los últimos comicios de marzo de 2000. Durante los dos últimos años, el recorte lento pero progresivo del PSOE respecto al partido de Gobierno había fluctuado de manera regular sobre unos resultados que se mantenían constantes desde la llegada al poder del Partido Popular en 1996. El paro, la inseguridad ciudadana y el terrorismo son los tres temas que más preocupan a los españoles, confirmándose tendencias anteriores por las que la preocupación por el paro y el terrorismo decrece, aumentando con fuerza el temor por la inseguridad ciudadana y la inmigración.