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BANKIA

La crisis de Bankia cuesta 22.000 millones de euros a los contribuyentes

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Economía01-03-2015

Más de 700.000 familias vieron en 2012 cómo sus sueños se rompían en pedazos.Todos sus ahorros desaparecían cuando pensaban que estaban a buen recaudo. Bankia había vendido preferentes y diferentes productos que, garantizaba, sería una buena inversión a largo plazo. Tres años después, los tribunales han emitido numerosas sentencias en las que condenan a la entidad a que devuelva el dinero a sus inversores. La crisis de Bankia ha costado 22.000 millones de euros a los contribuyentes.

Detrás de tantas personas que han perdido sus ahorros, existía una crisis profunda que nadie se atrevía a ver. Ahora la Justicia ha desenmascarado a los responsables de la debacle de la caja de ahorros, que no son otros que los respectivos presidentes en cada momento. Miguel Blesa, José Luis Olivas y Rodrigo Rato. Caja Madrid fue la cuarta entidad financiera en España hasta la llegada de Blesa, en 1996. A partir de entonces, durante aquellos años, se otorgaron sin medida créditos hipotecarios a particulares sin recursos suficientes y préstamos a empresas insolventes, por ejemplo.

Hace más de cinco años, Miguel Blesa dejó su cargo como presidente de Caja Madrid. En ese momento, aún no se cuestionaba su gestión. Blesa, sin experiencia financiera, llegó al puesto de la mano del que fue presidente del Gobierno, José María Aznar, y estuvo al frente de la presidencia de Caja Madrid durante 16 años en los que llegó a ser la cuarta entidad financiera de España. Durante esa etapa de esplendor, Blesa compró un banco inmobiliario de Miami, el City Bank of Florida, que ahora ha llevado al juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional, a investigar las presuntas irregularidades cometidas y a la posterior encarcelación del exdirectivo.

El exministro popular, Rodrigo Rato, le sucedió en el poder pero en el 2010, en plena crisis financiera, los sueldos de los directivos y de los consejeros aumentaron, lo que provocó que en el 2012, el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, citara a Rato como imputado para declarar por, entre otros, delitos de falsificación de cuentas y administración desleal. Además, el juez también imputó a otros 32 altos cargos por administración desleal de las prejubilaciones, maquinación para alterar el precio de las cosas, fidelidad y lealtad y apropiación indebida.

Ese mismo año, Bankia fue intervenida por el Estado para intentar solucionar su crisis patrimonial. Durante dos etapas, se inyectaron dos millones de euros en un intento por recapitalizar y sanear su estructura. Entre el rescate europeo y el nacional, se alcanzó la cifra de 22.424 millones de euros. Muchas cajas de ahorros estaban al borde del precipicio y se procuraron establecer medidas parciales, aunque no eran suficientes. Buen ejemplo es que la Autoridad Bancaria Europea dio el visto bueno a Bankia en el verano de 2011 cuando ésta salió a Bolsa pero ya había recibido un primer tramo de ayuda.

Precisamente, con su salida a Bolsa, Bankia ofreció a aquellos que tenían preferentes, canjearlas por acciones. Un año después, las acciones se desplomaron y los inversores perdieron todo lo que habían arriesgado, ya que las acciones apenas valían unos céntimos.

Otro de los momentos que despertó la indignación de la sociedad fue cuando a finales del año pasado se descubrió que 82 consejeros y directivos de Caja Madrid –una de las cajas que se fusionaron para formar Bankia- utilizaron unas tarjetas de crédito opacas para sus gastos personales. En total, 15,5 millones de euros cargados como gastos de empresa entre 2003 y 2012. El juez Andreu afirma que, con el nombramiento de Blesa, comenzaron los excesos que no se controlaban de los consejeros.