Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SIN CONCESIONES

Ciudadano Rivera

Fotografía
Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión19-02-2015

Auguran las encuestas el auge de un nuevo partido. No es Podemos. Es un nuevo partido nacional con larga experiencia regional. Es un nuevo partido con un líder joven, atractivo, locuaz, valiente, claro en sus exposiciones, sincero en sus planteamientos y cuajado en un territorio adverso. Las encuestas le pronostican un crecimiento constante hasta el punto de superar a UPyD e IU. Increíble pero cierto a la vista de los sondeos preelectorales.

El mérito de este partido con nombre cívico no es su ideario ni su populismo, como sucede con Podemos. El mérito tampoco radica en el equipo, pues posee un liderazgo casi unipersonal. El mérito ni siquiera es del color corporativo naranja, una tendencia en la última década a la hora de buscar la distinción y la modernidad. El mérito es sobre todo del ciudadano que encabeza el proyecto Ciudadanos. El mérito es en primera persona de Albert Rivera. El ciudadano Rivera habla claro, sin pelos en la lengua, directo, sin rodeos, con convicción, con determinación.

Albert Rivera no tiene miedo pero sí causa miedo en el PP
Hace unos días asistí a una conferencia de Albert Rivera en un selecto club de Madrid. Respondió multitud de preguntas, algunas de ellas más incómodas que las que solemos plantear los periodistas. Rivera no sufre al enfrentarse a desconocidos. No tiene miedo ni reparos. Está volcado en exponer y explicar su proyecto político por toda España. Lidera el discurso de Ciudadanos en cada provincia tras años recluido en Cataluña. Allí ha sido el único que ha plantado cara al nacionalismo y al independentismo sin ambigüedades ni medias tintas. Albert Rivera está curtido en el apartheid catalán. Eso curte, y mucho.

Albert Rivera no tiene miedo pero sí causa miedo. En el PP creen que Ciudadanos es el único partido que puede robarles un número considerable de votos en las próximas elecciones generales. Tanto es así que en los despachos populares hay una importante dirigente que considera que lo que debería hacer su partido es integrar a Rivera en las siglas de la gaviota. Cuanto antes. Pero eso no sucederá. Ciudadanos tiene un proyecto y un discurso fresco. Es el Podemos de la derecha pero con ideas sensatas y posibles. Lo extraño, lo inexplicable, es que Rosa Díez aún no se haya percatado y siga negándose a una alianza electoral. Si UPyD y Ciudadanos fusionaran sus votos -que no las siglas ni los programas- hubieran sido la tercera fuerza política en los comicios europeos y ahora tendrían opciones reales de superar a PP y PSOE. Si hubieran llegado a un acuerdo, Podemos sería una anécdota y nadie tomaría en serio las ocurrencias de Monedero, Iglesias y Errejón.

España anhela una alternativa al bipartidismo de PP y PSOE pero anhela una alternativa de centro, realista, pragmática, sensata, responsable, constitucionalista y española. Eso es lo que representa el ciudadano Rivera. Eso es lo que el país necesita. Sin ella Podemos es la referencia. Sin ella la tercera vía nunca será creíble ni factible.