CUMBRE G20

Unanimidad en Europa para continuar con las sanciones a Rusia

Por Jesús Espinosa3 min

Internacional16-11-2014

Por mucho que el presidente ruso, Vladimir Putin, abandonara antes la cumbre del G20 y explotara contra los líderes europeos en declaraciones a una televisión alemana, las principales potencias europeas lo tienen muy claro: si continúa con esa postura frente a Ucrania, habrá nuevas sanciones. Y se lo hicieron saber a Putin en Australia, lugar elegido para el Congreso.

La postura de Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, era de "máxima preocupación" por la escalada militar. Pese a que la Unión Europea sigue ahondando en la solución diplomática, no dudo en advertir al líder ruso de que la UE seguirá "utilizando todas las herramientas diplomáticas, incluidas las sanciones", tal y como dijo Van Rompuy antes de que comenzara la Cumbre. Asimismo, desveló que los ministros de Exteriores de la UE viajarán el lunes a Ucrania para analizar la situación sobre el terreno y discutir los próximos pasos a seguir. Estas advertencias de nuevas sanciones también fueron respaldadas por parte del primer ministro británico, David Cameron, que calificó la acción de Rusia de Ucrania como "inaceptable". El británico fue el líder europeo que más contundente se mostró. "Las sanciones podrían levantarse si Rusia adopta una actitud positiva hacia Ucrania", pero "las sanciones podrían incrementarse si Rusia continúa haciendo que la situación empeore. Es así de sencillo", aseguró Cameron. No solo líderes europeos sacaron pecho, sino que también el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio un golpe en la mesa uniéndose a las críticas contra Rusia en una intervención en una universidad de Brisbane. En su declaración recordó el avión malasio derribado por un misil en Ucrania con 298 pasajeros a bordo, entre ellos 38 ciudadanos y residentes australianos. "Nos oponemos a la agresión de Rusia contra Ucrania, que es una amenaza para el mundo como hemos visto en el espantoso derribo del (avión del vuelo) MH17, una tragedia que acabó con muchas vidas inocentes, entre ellas australianas", dijo Obama. Asimismo, el anfitrión de la cumbre, el primer ministro de Australia, Tony Abbott, denunció que Rusia se comporta como un "matón" ante países más pequeños. Además de mostrarse así de gráfico, reveló que hace unos días en Pekín intentó disuadir a Putin de perseguir las viejas glorias del zarismo y la Unión Soviética. Por último, a la batería de declaraciones también se sumó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Éste instó a Estados Unidos, la UE y Rusia a aprovechar la cumbre del G20 para sentarse y dialogar para prevenir una nueva escalada del conflicto. "Lo que deberían hacer es sentarse juntos para abordar este problema de forma armónica y pacífica a través del dialogo", dijo. La historia de un conflicto que aún continúa Ucrania sigue dividida entre prorrusos y proeuropeos. Estos últimos protagonizaron una fuerte protesta en la Plaza de la Independencia, lo que se bautizó como Euromaidan. Dichas protestas iban dirigidas contra la corrupción de la clase política, que pretendía controlar el poder económico, político y mediático y protagonizar un acercamiento a Rusia que los ciudadanos no veían con buenos ojos. Ante la presión ciudadana, Yanukovich huyó del país en febrero y se refugió en Rusia. Sin embargo, aún se autoproclamaba como único presidente legítimo del país. Sin embargo, el suceso inesperado que empeoró la crisis tuvo su origen en Crimea. Una población de origen ruso no estaba de acuerdo con las protestas en Kiev y pidieron ayuda a Putin para acercarse más a ellos. Crimea es un sitio estratégico: ahí está anclada nada menos que la flota rusa. Los rusos que viven en Crimea convocaron un referéndum de adhesión a Rusia el domingo día 16 de marzo. El resultado, abrumador: el 96% votó sí a formar parte de Rusia. La duda fue que los observadores internacionales no pudieron verificar los datos. Actualmente Crimea sigue bajo control ruso. A ese referéndum les siguieron otros en las ciudades de Lugansk y Donetsk, donde también dio la mayoría a los partidarios de separarse de Ucrania, pero no fue aceptado ni internacionalmente ni por Rusia. El último acontecimiento del conflicto tuvo lugar el 17 de junio: se estrelló un avión comercial de Malaysia Airlines en suelo ucraniano. Todo indicaba que fue derribado por un misil lanzado por separatistas prorusos. Una auténtica tragedia en donde murieron 298 pasajeros.