Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Atentados limitados pero con esencia terrorista

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional27-10-2014

Los grandes atentados tienden a desaparecer. La causa no está en la dejadez de los criminales, sino en la efectividad policial. Afortunadamente, será más difícil sufrir ataques masivos con cientos o miles de víctimas, como los ocurridos el 11 de septiembre de 2011 contra las Torres Gemelas de Nueva York y contra el Pentágono en Washington. Lamentablemente, van a ser más frecuentes los atentados perpetrados por los llamados lobos solitarios. Estas acciones se caracterizan por estar poco planificadas, por provocar un número menor de víctimas, y por estar cometidas por muy pocas personas, incluso una sola. A pesar de ello, mantienen aspectos esenciales del terrorismo como, por ejemplo, utilizar sus actos como propaganda para captar adeptos, vivir de los réditos durante temporadas (tan solo con la amenaza de cometer nuevas acciones), y causar el mayor pánico posible en la población. Precisamente, el miedo es una de las principales bazas con las que cuenta, ya que los atentados no ocurren a miles de kilómetros de distancia, sino en el corazón de la sociedad. Además, los lobos son ciudadanos locales que pasan desapercibidos hasta que actúan. Ya no es necesaria una llamada expresa para activar al terrorista y fijar el objetivo. Hace meses, el Estado Islámico hizo una petición general y global para que sus seguidores, sean quienes sean y estén donde estén, ataquen objetivos infieles cuando lo consideren oportuno. Matar es muy fácil, no hay que viajar a Siria o a Iraq para tener un entrenamiento específico. Es suficiente recibir un adoctrinamiento islamista, por Internet, o en comunidades musulmanas radicalizadas, y que la semilla del odio germine y vaya creciendo. Tampoco es necesario disponer de armamento sofisticado o explosivos, un simple cuchillo sirve. Las agencias de inteligencia y las Fuerzas de Seguridad tienen un gran desafío, no solo por los lobos solitarios en particular sino también por el Estado Islámico en general. La cooperación internacional (incluyendo a los países islámicos moderados) y la unidad de acción son fundamentales para combatir este tipo de terrorismo. Dadas sus características, es posible que no se logre acabar totalmente con él, pero, al menos, sí se reducirán sus golpes.